La relación de pareja es un compromiso que se asume desde el vínculo perfecto llamado “Amor” y como todo compromiso que se adquiere, es necesario estar dispuestos a dar nuestro mayor esfuerzo para fortalecer las debilidades que surgen de la convivencia diaria. Además, se requiere disciplina para cumplir con los acuerdos que de forma tácita o dialogada se han establecido.
Si comparamos el conformar una familia del mismo modo como se hace con una empresa, en la que todos los integrantes asumen compromisos, cumplen con las normas, se esfuerzan por ser puntuales, buscan ser responsables y en conjunto se trabaja por alcanzar los objetivos propuestos. Entonces, nos deberíamos preguntar ¿Por qué no proyectar nuestro compromiso personal con la misma determinación, esfuerzo y voluntad en la relación de pareja que anhelamos?
Uno de los aspectos que influye negativamente en toda relación es la falta de MOTIVACIÓN y esto es justamente lo que se genera cuando se observa poco compromiso por parte del ser amado. Vivir con alguien y tener que estar recordándole lo que se supone debe hacer porque le nace, genera malestar e inconformidad. Ahora bien, es importante VALORAR el esfuerzo que el otro hace; me refiero a recocerle y expresarle gratitud o afecto por cada detalle que se tiene.
Pocas veces se oye decir: «Amor gracias por ser un buen padre», « Gracias por estar atenta a las tareas de los niños», «Me da tranquilidad verte tan responsable al traer el sustento diario para la casa». Para todo esto se requiere esfuerzo y compromiso…VALÓRALO