Muchos de nosotros deseamos más felicidad. Queremos llevar una vida más feliz y plena, pero la triste verdad es que muchos de nosotros que deseamos más felicidad dedicamos mucho más tiempo a cuidar la felicidad de los demás que a la nuestra propia.
La felicidad no sucede simplemente. Una persona no se topa de repente con la felicidad. La felicidad es el resultado de un cuidado cuidadoso y una persona que desea ser feliz debe cuidar su propia felicidad.
Cuidar tu felicidad no tiene por qué ser difícil, complejo o llevar mucho tiempo. Puede ser tan simple como esta fórmula de cuatro pasos:
- Desecha tus pensamientos y tendencias infelices
- Imagínate feliz
- Necesidades cubiertas
- Deseos cumplidos
Convertirse en una persona más feliz realmente puede ser así de simple.
El primer paso es importante porque la infelicidad es una profecía autocumplida. Muchas personas son infelices porque no creen que merecen ser felices y se encierran en patrones de comportamiento que las hacen infelices. Debes desechar tus pensamientos y tendencias infelices.
Mira dentro de ti y descubre qué (y cuándo) piensas sobre las cosas que te hacen infeliz.