El inicio del fin del mundo.

Era una tarde tranquila en casa de mi madre, como era costumbre hacía calor y el reflejo de la luz del sol entraba por las ventanas.

Tenía tiempo sin volver a la ciudad, por lo que el clima me hacía sudar y sentir incómodo en cierto punto.

Para distraerme un poco y sentir algo de alivio, decidí abrir la puerta de la cocina que daba con el patio trasero mientras conversaba con mi mamá. Justo en el instante en el que abrí la puerta pude sentir la brisa, que aunque era algo caliente, daba una leve sensación de frescura.

La conversación con mi mamá marchaba bien, conversabamos sobre el trabajo, mis tías, lo agotador que había sido mi viaje y muchas cosas que aunque para otros podrían parecer irrelevantes, para nosotros no dejaban de ser interesantes.

De un momento a otro nos dimos cuenta de que se había cortado la electricidad, algo normal en el país, por lo que no prestamos mayor atención. Sin embargo, poco a poco empezamos a sentir cosas extrañas en el ambiente, las aves estaban agitadas, se veían sus sombras pasando por el patio rápidamente.. los perros de todas las casas empezaban a ladrar cada vez mas fuerte y de esa manera que no daba buena espina..

Mi mamá voltea a verme y en sus ojos vi algo de preocupación, pero decidió solo voltear y seguir en lo suyo, tal vez para no sentirse tan preocupada o simplemente para que mi expresión de tensión desapareciera.

Cuando decidimos hacer caso omiso al alboroto repentino e intentamos continuar hablando, todo quedó en silencio, uno de esos silencios que dan miedo y hacen que los escalofríos recorran nuestros cuerpos.

Al mirar al patio veíamos como una rafaga de viento levantaba algo de tierra del suelo, las ramas secas de los árboles sonaban cada vez más fuerte y se veian caer a montones.. la brisa dejó de ser caliente, se tornaba cada vez más fría, cada vez más fuerte y el sonido era cada vez más ensordecedor.. Mi corazón latía más fuerte cada minuto, el rostro de mi mamá reflejaba miedo, un miedo que jamás había visto en ella.

Por un instante decidimos no acercarnos a la puerta, pero esa curiosidad natural se hizo presente y poco a poco fuimos caminando a la puerta de la cocina, tratando de soportar la brisa tan fuerte.. cuando llegamos a la puerta y alzamos la mirada nuestros ojos no podían creer lo que veían, un cielo extraño... Las nubes no parecían nubes, empezaban a formar espirales, se movían cada vez más rápido, se empezaba a oscurecer todo a nuestro alrededor y la brisa se había convertido en viento gélido.

Solo pude tomar la mano de mi mamá, sentí que la apretaba cada vez más fuerte, era su miedo, un miedo que se transmitía solo con el tacto.

Estabamos allí parados en el borde de la puerta, viendo el cielo y su extraña apariencia, cuando sentimos una fuerte explosión, no sabíamos de dónde venía, no sabíamos que había sido... Pero segundos después lo descubrimos, eran esas espirales en el cielo, se estaban convirtiendo en fuego y el centro de cada una de ellas se torbaba en un color oscuro, mas oscuro que la misma noche.

Sin esperarlo veíamos salir del centro de las espirales algo extraño, parecían meteoritos, pero no lo eran, se movían más rapido, tenían algo más, los objetos no estaban envueltos en fuego.

El miedo era cada vez más grande, escuchabamos a las personas gritando, niños llorando, gente corriendo en las calles, carros frenando de golpe, hombres desesperados, todos resguardandose de lo desconocido.. Nosotros no podiamos movernos, no sé si era el asombro, el miedo o una simple mezcla de ambos... No pude evitarlo, apreté más fuerte la mano de mi mamá y empecé a llorar en silencio.

Los objetos que caían del cielo cada vez se acercaban más y mientras más cerca estaban, podíamos detallarlos mejor.. Pero ¿Cómo era posible? ¿Alas? ¿Algo tan grande con alas? No lo podía creer, parecían personas pero con alas, no eran personas normales, eran más grandes... Enormes, mejor dicho.

Aterrizaban sobre los techos, tenían espadas a los lados, aunque sus manos parecían más peligrosas.. Vimos como una de esas "personas" detuvo su vuelo en el techo de los vecinos y sin ningún esfuerzo levantó una buena parte, haciendola volar por los aires... Nuestros corazones se detuvieron, ese enorme ser nos vió, su rostro impecable solo nos sonrió, pero su sonrisa estaba llena de maldad, una sonrisa que daba miedo y dejaba claro que no estaban acá por nada bueno.

Instantes después escuchamos a los vecinos gritando, mientras la mano de ese ser era envuelta en una luz azul, se hacían circulos alrededor y se movían rápidamente, su mirada estaba fija en el interior de la casa de los vecinos... No lo esperabamos, pero vimos a las 4 personas de esa casa salir flotando, lentamente, en silencio, pero sus rostros de pánico lo decían todo..

Fue allí cuando en cuestión de segundo y sin tocarles un solo cabello, ese ser caido del cielo los convirtió en gotas.... gotas de sangre que caía rápidamente en el lugar dónde antes habían estado las personas.. ¿Cómo era posible que un simple cierre de mano de ese monstruo convirtiera en un charco de sangre a esas personas?

Solo vimos como abría sus alas nuevamente y sus pies cada vez se hacían más brillantes, era fuego, pero no lo quemaban... Ese hombre gigante nos miró una vez más y solo dijo "Ya vendrán por ustedes", acto seguido dió un salto al cielo , terminando de destruir la casa vecina.

En ese momento lo supe, mi mamá lo supo... Era el fin de todo lo que conocíamos, el fin del mundo, de nuestras existencias y aunque no lo dijimos, sabíamos que nadie se iba a salvar.

Solo pude voltear a ver a mi mamá, tratando de acercarme a ella para abrazarla... Todo empezó a hacerse más lento, quería terminar de agarrarla y mientras más cerca estaba, más lento se hacía todo... Al fondo, en el patio, se estaba desatando el caos, los arboles caían y una luz se hacía cada vez más intensa...

Lo logré, llegué a los brazos de mi mamá, su corazón estaba muy acelerado y lo podía sentir en mi pecho, sus manos frías del miedo tomaron mi rostro y con lágrimas en sus ojos dijo "Te Amo", acercó sus labios a mi frente y en ese momento un estruendo invadió la cocina... Lo sabíamos, había llegado nuestro turno... Cerré mis ojos y solo sentí una presión en todo el cuerpo, mientras mis pensamientos eran cada vez más confusos, hasta que solo desaparecieron..

Miedo, dolor, alivio o tristeza.. no estaba seguro.. Sólo sabía que ese era mí final y había estado en el inicio del fin del mundo.