Los hidratos son el nutriente que más se limita en estos dos tipos de dietas, sin embargo, ambas pueden producir efectos muy diferentes en el cuerpo y por supuesto, no se llevan a cabo de igual manera. Al momento de escoger, ¿dieta cetogénica o dieta baja en hidratos? dejamos las claves para elegir la más adecuada para ti.
Dieta cetogénica y dieta baja en hidratos
Seguramente has escuchado hablar de dieta cetogénica, pues es una de las opciones más populares para perder peso. Sin embargo, la dieta low carb o baja en hidratos tiene también algunas ventajas para ofrecer aunque resulta muy diferente a la primera.
Concretamente, en la dieta cetogénica se erradican los hidratos o se reducen al máximo, tal es así que la ingesta de este nutriente no debe superar los 100 gramos por día nunca y en promedio se propone consumir menos de 50 gramos al día de carbohidratos de cualquier tipo, de lo contrario, la cetosis no tiene lugar.
La dieta cetogénica es la que permite la cetosis o formación de cuerpos cetónicos, mientras que la dieta baja en hidratos es la que reduce por debajo de lo habitual (50-60% de las calorías diarias de hidratos) la ingesta de este nutriente pero sin llegar a producir cetosis.
Una clara diferencia es que en la dieta low carb o baja en hidratos se reduce al máximo la ingesta de alimentos con alto contenido de hidratos como cereales y derivados, y se eliminan chucherías o azúcares en general pero se conservan las frutas y verduras, mientras que en las dietas cetogénicas estas últimas suelen también eliminarse o reducirse considerablemente.
Claves para elegir la más adecuada
Ya hemos mostrado algunas diferencias importantes entre la dieta cetogénica y la dieta baja en hidratos, pues ahora nos queda dar algunos datos más para que puedas escoger la más adecuada acorde a tu objetivo:
La dieta cetogénica puede tener algunos efectos secundarios, ya que el estado de cetosis que produce puede ocasionar mareos, caída del rendimiento cognitivo, náuseas, cefaleas, cólicos, estreñimiento u otros.
Por lo antes dicho y por su carácter estricto, es decir, porque no es nada fácil eliminar los alimentos ricos en hidratos de la dieta, la dieta cetogénica es recomendable para aplicar en períodos cortos de tiempo y no apta para realizar por muchos meses de forma continua.
Ambas son efectivas para adelgazar aunque la dieta cetogénica tiene la ventaja de producir más saciedad y menos hambre y de acelerar la quema de grasas justamente por reducir casi al máximo los hidratos de la dieta.
La dieta baja en hidratos reduce casi a la mitad el aporte de este nutriente en comparación con una dieta habitual, siendo por ello más flexible que la dieta cetogénica y apta para comer en sociedad, adaptable incluso a eventos sociales.
Por lo antes dicho, la dieta baja en hidratos puede ser más recomendable para realizar a largo plazo, es decir, puede permitirnos mayor adherencia y sostenibilidad en el tiempo.
Una dieta cetogénica mal controlada o aplicada en personas con enfermedades metabólicas como la diabetes puede ser causante de desequilibrios electrolíticos importantes o incluso, de acidosis o cetoacidosis que resulta muy peligrosa y puede ser fatal.
Esta es la mejor dieta acorde a tu objetivo
En función de lo antes dicho debemos saber que ambas dietas pueden ser útiles de acuerdo a nuestro objetivo, conocimientos y también acorde a nuestro entrenamiento u otros aspectos personales.
Así, para perder peso, sobre todo si es necesario bajar muchos kilos, siempre es mejor la dieta reducida en hidratos que la dieta cetogénica, pues esta última no produce una efectiva modificación de hábitos, no es sostenible en el tiempo y lo peor, puede alterar nuestro comportamiento alimentario al prohibir el consumo de determinados alimentos muy populares como pueden ser por ejemplo, las pastas (aun las integrales) o las frutas.
Para períodos de definición muscular, es decir, cuando deseamos quitar la última capa de grasa que cubre los músculos, la dieta cetogénica puede ser de gran ayuda porque aporta muchas proteínas que ayudan a preservar el músculo mientras permite oxidar lípidos. Además, en estos casos se aplica la dieta por un corto período de tiempo y con un objetivo concreto a corto plazo.
La dieta cetogénica también puede ser recomendable para tratamientos clínicos ante diferentes enfermedades como la epilepsia refractaria o el cáncer, en dichos casos es el profesional de la salud quien indica el plazo y las condiciones para llevar a cabo este tipo de alimentación.
Para mejorar la calidad de la dieta mientras quemamos grasa y así, proteger la salud cardiovascular, mental, emocional y otras, siempre será mejor la dieta baja en hidratos debido a su flexibilidad, su carácter menos estricto y la posibilidad de sostener en el tiempo una dieta que aunque posee menos hidratos, es rica en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales varios propios de las frutas y verduras que tantos beneficios pueden ofrecer.
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Fuente: https://www.vitonica.com/