Borrachos de la noche anterior, los dos llegan a la universidad mucho después de que haya terminado el examen. Se dirigen directamente al profesor, diciéndole que no pueden hacer el examen porque una de las ruedas del coche se ha pinchado. Sorprendentemente, el profesor les dice que vuelvan mañana para hacer el examen.
Los dos aprovechan para estudiar todo lo que pueden y vuelven con el profesor, listos para el examen. El profesor los lleva a habitaciones separadas y les entrega los exámenes. Al darle la vuelta, aúllan de risa al ver esas preguntas tan sencillas como "¿Qué partículas subatómicas componen un átomo?". Esto esta demasiado fácil, piensan.
Cuando llegan a la última pregunta, a los dos chicos se les desencaja la mandíbula al leer "Por 90 puntos, especifique qué rueda se les pinchó ayer".
Elizabeth Turner