En conclusión de todo lo que ya hemos visto en esta serie #19, repasemos los hechos acerca del...

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Viejo hombre (Adan):

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1. El viejo hombre no cambia
2. El viejo hombre no mejora
3. El viejo hombre no se transforma
4. El viejo hombre nunca puede ser purificada
5. El viejo hombre nunca puede agradar a Dios
6. El viejo hombre permanece con el creyente hasta la muerte corporal
7. El viejo hombre ha sido condenado por Dios

En el siguiente pasaje vemos una descripción de como Dios ve al hombre pecador, se le llama "La Radiografía del Hombre"...

Romanos 3:9-18
No hay justo
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Su boca está llena de maldición y de amargura.
Sus pies se apresuran para derramar sangre;
Quebranto y desventura hay en sus caminos;
Y no conocieron camino de paz.
No hay temor de Dios delante de sus ojos.

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Nuevo hombre (Cristo)

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En este aspecto creo que ya no hay mucho que agregar, no hay mezcla. Cristo es la cabeza del nuevo hombre, de la nueva creación y la iglesia (los Hijos de Dios) es su cuerpo.

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Las Dos Naturalezas—Una Batalla

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Entonces ha sido engendrado en mi el nuevo nacimiento "soy salvo", y aún me cuestiono con estas preguntas:

• ¿por qué peco todavía?
• ¿Por qué tengo tantos problemas con el pecado mientras estoy aquí en la tierra?
• ¿Por qué me turban pensamientos impuros?
• ¿Por qué hago lo que sé que es malo?
• ¿Por qué fallo en hacer lo que sé que está bien?
• ¿Por qué sigo luchando con las tentaciones?
• ¿Por qué vivo y actúo como una persona inconversa aunque me sienta triste y apesadumbrado cuanto actúo así?

Es momento de identificar lo que Pablo expresa en Romanos capitulo 7. El fue 100% humano como nosotros, y tenia luchas internas como nosotros. Pero su experiencia con Dios y con ayuda del Espíritu Santo pudo ver donde se radicaba el problema.

Romanos 7:14-25
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Esta es lucha interna de cada Hijo de Dios renacido. ¿Cuál de los dos gana la batalla? Y La respuesta es sencilla “El que yo alimento”. Es necesario crecer para tener la victoria completa sobre la vieja creación.

1 Corintios 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

Dentro de cada creyente hay una gran lucha por el control. ¿Quién controlará tu vida? ¿Quién ganará la batalla por el control – el viejo tú o el nuevo tú?

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Gracias por seguirme hasta aqui. Les invito a que sigamos orando los unos por los otros para que la Palabra de Dios corra y sea glorificada. Amen!

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