Por Kjeld Jakobsen
Guyana es uno de los países más pobres de América del Sur y es vecino de Brasil, Venezuela y Surinam. Es una antigua colonia británica que se independizó en 1966 cuando se estableció un régimen parlamentario donde la Cámara de Diputados elige al presidente del país. Fue miembro de Unasur y es parte de Caricom. No se alinea automáticamente con los gobiernos de derecha en el continente, a pesar de que enfrenta una feroz disputa territorial con Venezuela sobre el territorio de Esequibo, que es formalmente parte de Guyana, pero que el país vecino reclama como propio.
Durante el período colonial, el poder se ejerció desde Londres con el apoyo de un primer ministro y un parlamento local de 25 miembros. En 1953, Cheddi Jagan, uno de los fundadores del izquierdista Partido Popular Progresista (PPP), fue elegido primer ministro. Sin embargo, Winston Churchill sospechaba que podría ser un marxista leninista y acercarse a la Unión Soviética y patrocinó una intervención militar en Guyana para expulsar al parlamento local y evitar su posesión. Sin embargo, fue nuevamente elegido en 1961 y gobernó hasta 1964, un período en el que desempeñó un papel fundamental en la búsqueda de la independencia, hasta el punto de ser considerado el "Padre de la Nación".
En 1992 fue elegido presidente del país y gobernó hasta 1997 cuando falleció. Su partido, PPP, estuvo al frente del gobierno de Guyana desde entonces hasta 2015, cuando perdió las elecciones ante la coalición Asociación para la Unión Nacional / Alianza para el Cambio (PPUN / APM), hablando estrictamente de un frente político que se dirige de derecha a izquierda al centro. por el presidente David Granger. Sin embargo, en Guyana, la diferencia principal del partido se basa en la base étnica de los partidos y no en sus diferencias ideológicas. PPP se basa en indo-guyaneses que representan poco más del 40% de la población, mientras que PPUN / APM se basa en afrodescendientes y mestizos en un porcentaje similar. El resto de la población está compuesta por indígenas, blancos y otros.
David Granger se presentó a la reelección en marzo de 2020 y el PPP se postuló con el candidato Irfaan Ali, que ganó por un pequeño margen, confirmado por un recuento de los votos, pero que Granger se niega a reconocer desde el coordinador del proceso electoral, quien es su aliado, hizo un informe señalando la existencia de fraude, aunque sin evidencia.
De hecho, lo que está en juego es el reciente descubrimiento de petróleo y gas en la costa de Guyana y un contrato de exploración por parte de la compañía estadounidense Exxon que provocaría un crecimiento del PIB del 52% este año. La disputa es sobre qué parte y qué comunidad se beneficiarán de la explotación de los combustibles fósiles aún más en un país cuyo ingreso per cápita es equivalente a solo ocho mil dólares.
Entidades internacionales como la OEA y el gobierno de los Estados Unidos han estado presionando al presidente Granger para que reconozca el resultado y normalice la situación que ha durado cuatro meses, incluido el riesgo de causar conflictos interétnicos que ya han ocurrido en el pasado desde la correlación de fuerzas. entre las dos comunidades principales es muy equilibrado. No es que esta sea su principal preocupación, pero es una buena justificación para la interferencia externa.
Fundación Perseu Abramo