El intestino delgado y el intestino grueso, tiene una flora bacteriana muy grande: 100 trillones de células bacterianas, la mayoría de ellas se encuentran en el colon, por lo que un buen mantenimiento del tracto gastrointestinal garantiza la salud de un individuo.
Cada individuo alberga su propio patrón distintivo de composición bacteriana (pudiéramos decir que es nuestra huella digital colónica) en parte por el genotipo del huésped y por la colonización inicial al nacimiento por medio de la trasmisión vertical. Estas bacterias comprenden: Bacteroides, Firmicote, Actinobacterias, entre otras.
Existe una simbiosis entre las bacterias intestinales y el huésped. Gracias a la presencia de las Placas de Peyer (estructuras del sistema inmunológico) en el intestino delgado es de donde se parte la idea de la función inmunitaria del Tracto Gastrointestinal como el órgano con mayor función inmunitaria, ya que el 60% de las células inmunitarias están allí.
En la medicina de biorregulación o medicina regenerativa se habla mucho sobre mantener la flora bacteriana indemne para evitar enfermedades. Desde su descubrimiento los Probióticos han generado controversias entre las diferentes especialidades médicas y son más los nutricionistas que los mismos médicos los recetan que las bacterias lácticas (BAL), o probióticos.
Haciendo un poco de historia y sin caer en el ámbito religioso, en el antiguo testamento se hablaba que Abraham debía su longevidad gracias a la “leche agria” que consumía. En el siglo 76 a.C. el historiador Plinio recomendaba el consumo de lácteos fermentados como tratamiento para la gastroenteritis. Más recientemente el científico ruso Elie Metehnikoff (premio nobel) propuso hace más de un siglo son beneficiosas para la salud y la longevidad. Desarrolló una dieta con leche fermentada con una bacteria que se llama Bulgarian Bacillus.
Ahora sí, entrando en tema vamos a definir y explicar que son los probióticos, y en un segundo apartado hablaremos de los los prebióticos y los simbióticos, como agentes “ayudadores” a mantener nuestro estado de salud y bienestar.
Probióticos: son microorganismos vivos que confieren un beneficio a la salud del huésped cuando se los administra en cantidades adecuadas.
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Una cepa probiótica se identifica por su género, especie y denominación alfa numérica. Se agregan a los alimentos, medicamentos y suplementos dietéticos. Las especies más utilizadas son Lactobacillus y Bifidobacterium, luego se usan Saccharosmyces cerevisiae, algunas especies de e. coli y Bacillus. En este sentido, la bacteria Lactobacillus tiene 2 funciones: actúa como agente fermentador y directamente sobre la flora del tracto gastrointestinal.
La mayor evidencia clínica para los probióticos está en el mejoramiento a la salud intestinal, también se usa como tratamiento complementario para Enfermedad inflamatoria intestinal, Síndrome de intestino irritable e infecciones vaginales. La dosis varía entre las cepas utilizadas, el rango está entre 1 – 10 millones de ufc/dosis. Su mrcanismo de acción es afectar el ecositema gastrointestinal estimulando los mecanismos inmunitarios de la mucosa y los no inmunitarios a través del antagonismo y competencia con patógenos potenciales.
Con respectos a los beneficios inmunológicos de los probióticos están, activación de los macrófagos locales para que aumenten la presentación del antígeno a los linfocitos B y aumentar la producción de inmunoglobulina A secretora local y sistémica, modula las citoquinas, e induce a la respuesta a antígenos alimentarios.
En contra partida, los beneficios no inmunológicos están el de digerir los alimentos y competir con los patógenos por los nutrientes, altera el pH local creando un ambiente desfavorable a los patógenos, producir bacterocinas para inhibir a los patófgenos, fagocitar los radicales superóxidos, estimulando la producción epitelial de mucina y por tanto, incrementa la función de la barrera intestinal.
Para concluir estas son algunas de las aplicaciones clínicas hasta ahora estudiadas de los probióticos:
Enfermedad cardiovascular
Cáncer de colon (estudio SYNCAN)
Diarrea: sea de origen viral, parasitari o bacteriana, así como aquella secundaria al uso de antibióticos-
Erradicación del H. pylori
Alergias
Disminución de infecciones en Unidad de cuidados intensivos (en estudio)
Encefalopatía hepática (lactulosa)
Enfermedad inflamatoria intestinal, Síndrome de intestino irritable
Hepatopatía no alcohólica
Prevención de infecciones sistémicas.
Dentro de los probióticos encontramos: productos lácteos, alimentos fortificados, comprimidos, cápsulas y sachets.
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Gracias por tu tiempo al leer este post.... A consumir PROBIÓTICOS......
Referencias:
Cada día me doy cuenta que en realidad como que nunca he cuidado mi cuerpo bien, jajajaja pero poco a poco voy aprendiendo, esta genial tu post, Gracias por la información.
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Gracias por tu tiempo e interés!!!
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Estamos para leernos y apoyarnos, es la necesidad que por ahora esta latente en la hispana. sigamos adelante marcando la diferencia.
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muy buena el reportaje aprendí algo nuevo, gracias anaviteko
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En relación a los probióticos, el pediatra de mis hijos, que es nutriólogo, me informó que el yogurt, al contrario de lo que se piensa, no es bueno para el consumo humano, me sorprendió saber eso, pero igual le hice caso, confío mucho en él y al menos estoy segura que no pasará nada por no consumirlo, jajaja.
Saludos, interesante información.
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Vaya no tenia idea de la identidad de mis bacterias
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