Cuando se aborda lo que dice Hegel, en que "un partido sólo llega a acreditarse como vencedor cuando se descompone en dos partidos; pues con ello muestra poseer en él mismo el principio que combatía, y muestra, por ende, haber cancelado la unilateralidad con la que había entrado previamente en escena. El interés, que antes se dividía entre él y el otro partido, cae ahora totalmente dentro de él y se olvida del otro, pues encuentra dentro de él mismo la oposición que le tiene ocupado. Pero, a la vez, esta oposición ha sido elevada al elemento triunfante superior, en el que se presenta purificada. De tal manera, entonces, que la discordia que surge en un partido, pareciendo una desgracia, es más bien su dicha".
Hegel. Fenomenología del Espíritu.
Cuán cierto debe recordarse el evocar las referencias bibliográficas para todo ello, el genial y más importante filósofo de los últimos 150 años, ha marcado como vemos en este breve pasaje la potencia del pensamiento posterior a él. Nunca más habremos de dejarle del todo, con las críticas o sea para seguirle o sea para, y es lo más enriquecedor, contraponer nuestras ideas frente a las suyas, no en igualmente de condiciones pero si en sentidos opuestos muchas veces.
Es desde allí que somos sus hijos intelectuales, más de lo que la sociedad posterior a él quisiera admitirlo o serlo.
(JDMC)
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