Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, el Libertador; como personalmente prefirió ser llamado, un detalle que demuestra la claridad de quien al día de hoy representa la ideología de la dirigencia política venezolana, quien en tiempos de colonialismo pleno evita la tentación de ser nombrado emperador pues su interés no fue suplantar el Imperio español por uno nuevo, su lucha fue por la Libertad y la autodeterminación de los Pueblos de América, logrando la independencia de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, así como la creación de Bolivia.
Nacido el 24 de julio de 1783 en la mansión de su familia en Caracas, Bolívar, coincide con los inicios de Venezuela como capitanía general deslindada del Birreinato de Santa Fe de Bogotá; una Ciudad con menos de 45.000 habitantes y una fortuna de 8.000.000 de Dólares abrían las puertas al niño Simón para convertirse en un fiel creyente más del poderío del Imperio español sobre las Colonias americanas, sin embargo, muy temprano en su vida la tragedia alcanzó a su familia, con su madre enferma y su padre fallecido a sus 3 años; fue amamantado y criado por las esclavas negras Matea e Hipólita, lo cual genera en él un fuerte afecto por ellas y es sembrada, desde muy pequeño, una conexión con esa clase social que con mucho cariño lo amadrinaba en su crecimiento.
A sus 9 años, cuando fallece su Madre inicia una etapa incierta en su vida, cuando es dejado bajo la tutoría de sus tíos Esteban y Carlos Palacios, mostrando ya vestigios de su rebeldía e indomabilidad ante lo que consideraba errado, al huir de sus tutores sin importar dejar atrás la fortuna heredada de sus padres con su 12 años cumplidos, una etapa en la que el ser humano comienza su período de adolescencia, tiempo de cambios e incertidumbres, ya Bolívar comenzaba a diferenciar claramente lo que estaba mal, reflejado en sus tíos, de lo correcto que comenzaría a volcar sus objetivos en la vida hacia conseguirlo, es así como decide ir a vivir con Simón Rodríguez, maestro, identificado con la idea de la independencia de España.
Durante su vida, Simón Bolívar, fue mostrando su interés por los estudios literarios y científicos, lo cual fue reforzando en él un sentimiento Humanista cimentado básicamente en su infancia y Juventud al compartir con pilares formativos como Matea e Hipólita en el ámbito de los Valores humanos, Simón Rodríguez con el pensamiento crítico - progresista y Andrés Bello, considerado el humanista más influyente de Chile, un ejemplo claro a seguir en cualquier época.
Desde sus 14 años ingresa al ejercito de su Majestad, como Sub Teniente viaja a Europa, lo cual expande sus horizontes y estudios; entrado en 1800 a sus 20 años, Bolívar, se mostraba feliz y cotidiano, se casa con María Teresa Rodríguez del Toro y regresa a Caracas; pero la tragedia vuelve a él con la muerte de su esposa en 1803, esto resulta un punto de inflexión en el que el joven Simón viaja por segunda vez a España y recorre Europa con Simón Rodríguez, donde coincide con la Revolución Francesa y la coronación Imperial de Napoleón Bonaparte, ese viaje termina por convencerlo de su objetivo principal en la vida, lograr la libertad de América del yugo español, jurando en el Monte Sacro, junto a Rodríguez y su amigo Fernando Toro, no dar descanso a su brazo ni reposo a su alma hasta que haya roto las cadenas del imperio español.
En 1810, inicia el proceso de Libertad Política de la Capitanía de Venezuela, en cual Bolívar conoce a Miranda, se instala la primera República y gran parte de América declara su independencia, no obstante, se evidencia como Venezuela, incluso antes del Petróleo era pieza fundamental en el mapa geopolítico de América, entendido así la Corona española no desistió en su obsesión por poseer el territorio venezolano y continuó sus ataques, con una Primera República aún plagada de fieles a la Corona, traicioneros a Bolívar y a la causa libertaria, en 1813 el Libertador inicia con la Campaña admirable la radicalización de la Revolución y con la Segunda República la lucha por la Libertad se vuelve armada, dejando un rastro devastador en las tropas realistas pero también en los ejercitos libertadores, derrotas lo llevan al exilio y en 1815 en Jamaica puede analizar la senda libertaria, sus fortlezas y debilidades y entiende que la Unidad es la clave para alcanzar la Libertad.
En los años siguientes, Bolívar emprende una arremetida militar, con la experiencia obtenida sobrepasa pérdidas militares, atentados, emboscadas, hambre, frío y superioridad del enemigo, así se va imponiendo como comandante supremo de las fuerzas libertarias, teniendo incluso que permitir la ejecución del General Piar quien intentaba quitarle el mando del Ejercito, impartiendo disciplina en las tropas y generando lealtad, lo cual lo convierte en merecedor de ser llamado el hombre las dificultades, pues superando todo lo descrito logra la libertad de Oriente, Guayana y Los Llanos.
En 1819, ya en control de Venezuela, convoca al Congreso de Angostura, donde se afianza ante el Mundo la irreversibilidad de la Revolución y su fortaleza, llamando a la creación de la Gran Colombia (Integrada por Venezuela, Colombia y Ecuador); Bolívar obtiene el respeto de España y llaman a una tregua, intercambio de prisioneros y cese al fuego temporal que define Carabobo como la batalla final, donde el ejercito dirigido por el libertador derrota al ejercito español quien lo superaba ampliamente en número de soldados, sellando así la independencia de Venezuela.
Bolívar, marcado por la idea de libertad plena de toda américa emprende la lucha libertaria hacia Colombia y Ecuador, terminando finalmente con el yugo del Imperio español en Perú con la Batalla de Boyacá; durante la travesía fortalece sus lazos personales, al compartir con Antonio José de Sucre quien lideraba la victoria en Ayacucho y conocer a Manuelita Sáenz quien se convertiría en su gran amor y dejaría Ecuador para acompañar en su viaje al Libertador.
En 1825 ya están incorporados a la Gran Colombia Perú y la recién creada Bolivia, siendo el punto máximo del auge libertario, mostrando su lucha por la Justicia en América, cuando ya tocaba gestionar y gobernar, Bolívar fue siempre el Humanista que desde su infancia aprendió a ser; sin embargo, en 1826, inicia la desintegración de la Gran Colombia con la traición de Páez, fueron pues los intereses personalistas, las distancias largas y lo lento de las comunicaciones puñales fundamentales para el deterioro de la materialización del sueño de Bolívar, Latinoamérica Unida, Autónoma e Independiente; su lucha continuó pero las cartas ya estaban echadas, fueron los años finales de su vida muy duros para él, siendo 1830 su año más decadente, donde se disuelve la Gran Colombia, asesinan a Sucre y finalmente pierde la vida.
Bolívar, un hombre con pensamientos muy adelantados para su época, que lucho siempre por la Unión de toda américa, queda de parte de las generaciones siguientes a la suya construir escenarios de integración propias del sentimiento Bolivariano, ya en la primera década del Siglo XXI se han visto intentos de concreción de a unidad latinoamericana a través de la UNASUR y los liderazgos de Presidentes Progresistas y Revolucionarios como Fidel, Chávez, Lula, Ernesto, Correa y Evo, levantando el bloque continental, siempre habrá detractores, existirán los José Antonio Páez como Lenin Moreno en Ecuador pero la integración de los Pueblos de América ha de surgir por necesidad plena, obra de la providencia y del clamor mismo de los movimientos humanistas del Continente.
¡BOLÍVAR NO ARÓ EN EL MAR, HOY SUS HIJOS E HIJAS SEGUIRÁN SU ETERNA LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS PUEBLOS!