En una oficina de publicidad apareció un aviso en la calle principal que decía:
“Necesitamos personas jóvenes de pensamiento que estén locas por vivir, locas por expresarse, locas por generar cambios, locas por ayudar a crear un mundo más participativo en equidad”¹
El caminante en sus primeras búsquedas laborales, se encontró con el cartel y de inmediato solicito más información preguntando si él podía ser parte de aquello. ¡Claro que sí! -le contesto la recepcionista- si estás dispuesto a aprender, dispuesto a crear y dispuesto a influenciar a través de la publicidad, eres bienvenido.
Al día siguiente busco a su mentor -el abuelo de la playa- y le comentó lo sucedido.
De maravilla muchacho - le contestó- el anciano, estás creciendo, porque esa decisión generará cambios en tu actitud y carácter. Veo importante que busques crear espacios de disciplina para honrar tu palabra y ser parte de ese equipo de gestión. Sabes, recuerdo las palabras de un joven periodista y teórico que pasó muchos en prisión por expresarse diferente, el fiscal en el juicio dijo: “debemos impedir que este cerebro funcione durante 20 años, por lo menos” ese joven fue Antonio Gramsci.
Está es una de las frases que lo llevaron a prisión:
"Jóvenes, instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza”
-Antonio Gramsci-
Amigo mío, para tu fortuna, los tiempos han cambiado, aceptaste esa oferta de aprendizaje única, que pocos jóvenes saben apreciar; sólo te diré que necesitas cada mañana la energía del entusiasmo, aprende como activarla y cultívala en tu personalidad.
¿Qué es eso de entusiasmo? -pregunto el joven-
Muchacho, la mejor manera de responderte es a través de un sencillo cuento que sucedió en el desierto hace miles de años; reposa en los escritos del pueblo hebreo. Se cuenta que al primer sacerdote Aarón se le encomendó encender el candelabro con las 7 llamas, todos los días. Cuentan sus observantes y la historia que realizó su tarea con alegría y dedicación por más de 36 años, sin faltar un solo día. Él realizaba su encargo porque sabía que era grato a su Creador y a su pueblo, convirtiendo esa tarea en su misión especial, que lo llenaba de fuerza porque las luces de las candelas eran para bendición de todos. Entendido correctamente, los siete brazos en conjunto iluminan nuestro mundo de la mejor manera posible. El candelabro debe ser hecho de una sola pieza de oro; simboliza todos los campos básicos de la sabiduría, representan en su conjunto los saberes de la creación; buscando como objetivo un mundo equitativo, lleno de paz y unidad.
Querido Amigo, aquí en la isla y en el país hay rumores de golpe de estado, debido a que la estructura administrativa del gobierno se presta para que unos pocos que llegan al poder administrativo se enriquezcan ilícitamente con fondos de la nación. Los jóvenes son los llamados a gestar esos cambios; pero no con piedras y violencia, si no con las indicaciones del joven Gramsci. Algunos administradores públicos actúan como si la riqueza mal habida, el lujo y las comodidades fueran lo más importante en la vida; despedazando sus propias promesas al recibir el cargo. Lo más valioso que un joven como tú puede aprender es a entusiasmarse por servir limpiamente a su familia y a su país, para que un día sea digno gestor de cambios en favor de los más necesitados y desamparados. ¡Porque estar entusiasmado es llevar la Presencia Divina dentro de sí!
Y por último obsérvame a mí: ¿ves que los años arrugaron mi piel?
¡Pero lo que no les he permitido a través de mi entusiasmo que arruguen mi alma, ella me llevará a la inmortalidad!¹
Ya lo dijo el maestro de Galilea: “De nada te sirve ganarte el mundo entero, si en el proceso pierdes tu alma”¹
Nota:
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