Noche dé niebla

La noche es cerrada. Una ligera niebla se quiere percibir siempre varios metros más adelante.

Maldita sea. Por qué no hice caso y me quede a pasar la noche en el hotel. Estas ganas mías de llegar siempre contra antes a los sitios se han de acabar. No consigo ver nada, y esta carretera parece estar olvidada de la mano de dios. Maldito jps. Quien cojones los programara? Se ha lucido el que lo hiciera. Que no habrá mejores carreteras por donde enviarme.

El hombre hablaba en voz alto hanta la incomodidad de conducir en esas condiciones.

Los arboles parecían los mismo uno de tras de otro, metro a metro, kilómetro a kilómetro. Parecían los mismo puesto unos de tras de otro a medida que avanzaba sin poder distinguir nada más.

La noche empezó tranquila, pero a medida que se iba cerrando apareció la poquita de niebla que hacia un juego fantasmagórico al fundirse con las luces del coche.

El hombre miró su reloj, llevaba casi tres horas conduciendo sin saber bien a donde se dirigía, pues el jps estaba en silencio desde hacía kilómetros, aunque no hacía falta sus indicaciones, pues en todos esos kilómetros no había aparecido ninguna desviación, solo oscuridad niebla y árboles que a veces parecían tomar vida al paso del coche.

Que se so que se quiere ver a lo lejos?- dijo el hombre en voz alta al ver una figura delante de la carretera a lo lejos.- Por fin alguna señal de vida.- pensó.

La sonrisa que se dibujó en su rostro al distinguir la figura se fue esfumando a medida que el coche avanzaba metros y la figura seguía igual de lejos que la primera vez que la vio.

Era al precio una luz en la lejanía, después pareció ver como la figura de una persona en ella, pero por más que avanzaba no había manera de alcanzarla.

A su mente le vino una historia de una chica que se presentaba por los alrededores en noches de niebla como esa. La chica había muerto atropellada una noche parecida a esa. Se decía que su fantasma vagaba por la carretera, que se presentaba a los conductores para que no se despintaran en una recta tan larga. También se decía que si la llegabas alcanzar estabas perdido, si le veías el rostro o ella te miraba quería decir que estabas muerto.

Rápidamente un sudor frio recorrió su espalda y su pie se levantó del acelerador. El coche no tardo en pararse en medio de la carretera. El hombre noto como todo su vello estaba erizado. Respiro hondo y pensó que todo eso eran historias para asustar a niños.

Levanto la vista hacia la carretera y respiro aliviado al ver que esa figura había desaparecido. Pensó que seguro eran las luces de algún coche que iba delante de él.

Abrió los ojos al comprobar que la niebla estaba desapareciendo. Entonces pudo observar como a lo lejos se veía una catedral. Sonrió al ver que por fin llegaba a su destino.

Noto como un líquido caliente le recorría el rostro, se pasó la mano y observó que era rojo. Sangre pensó extrañado.

Volvió a alzar la vista, se dio cuenta que estaba todo boca abajo. Su asombro iba a mayor al darse cuenta que no era lo demás que estaba boca abajo. Más hileras de sangre comenzaron a recorrerle por el rostro. Era el, su coche estaba volcado al lado de la carretera. No savia que había pasado.

Una chica de blanco paso por el lado del coche sin hacer caso al accidente. El hombre intento levantar la mano para pedir ayuda, pero de su garganta no surgió ninguna palabra.

La visión de la catedral en la distancia, la ligera niebla y la oscuridad fue lo último que vieron sus ojos antes de que la visión fuera diluyéndose poco a poco.

Dejandohuella

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