Una pequeña criatura de pelaje blanco vaga por un bosque, esta teniendo una forma de un zorro, perdido y sin rumbo solo se dedica a explorar el bosque, no sabe como llego ni sabe quien es, solo sabe que se encuentra en este lugar sea donde este.
Su estomago empieza a ruñir efecto de los días sin comer, conoce un lago lleno de peses, pero recuerda que no tiene habilidad para atraparlos, aun asi va en un vago intento, pero decidida por el hambre.
Al llegar al lago se detiene en la orilla donde siempre va a intentar atrapar los pequeños peces o a beber del lago.
Mirando fijamente el lago va en busca de hojas para tirarlas para atraer a los peces como cebo, al encontrar y traer una pequeña hoja del tamaño de su orejas la suelta en el lago, esta deslizándose de izquierda a derecha en el aire debido a la pequeñas ráfagas de viento hasta que toca el agua causando pequeñas vibraciones en el agua que atraen a los peces cercanos, estos intentan morder la hoja parece no gustarles pero siguen comiéndola poco a poco, en segundos habían llegado varios y empezaron a devorar rápidamente la hoja, la pequeña criatura aprovecha y dirige su mandíbula en un intento de atrapar a uno, sus afilados diente logran acertar apretando el cuerpo del pez con sus dientes saca su cabeza del agua, el pez sin embargo lucha para liberarse con tanta fuerza que le cuesta mantener sus dientes en el a punto de ceder la libertad del pez se aleja del agua y se pone al lado de un árbol para al fin darle la libertad al pez en tierra.
El pez es liberado y empieza a mover su aleta en un intento nulo de escape, la pequeña criatura se siente lastima por su presa y quiere devolverla al lago, pero su estomago niega con un gran gruñido, al fin entiende que es matar o morir, algo que ella no comprendía por su poco tiempo en este mundo, no todo puede ser de rosas piensa… decía, después de un rato el pez muere por no poder respirar…
Ahora se encontraba durmiendo un poco feliz debido a que por fin había logrado comer, pero triste por haber tenido que comerse a una criatura viva.
Mientras dormía se escuchaba el crujir de unas hojas, algo la observaba dormir y quería aprovechar su debilidad.