Tacaños, ¿mito o realidad?

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💰¿Conoces a alguna persona cercana a ti que sea tacaña? Cuéntanos el porqué lo es.

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Dentro de mis familiares, en realidad, no puedo asignarle a ninguno la etiqueta de tacaño, ya que por fortuna todos somos desprendidos de los bienes materiales y, más bien, nos complace tener para poder ayudar a los demás. Donde sí me he topado varias veces con personas de este tipo es entre los compañeros de trabajo. Son individuos que nunca toman la iniciativa para comprar algo y si se dan cuenta de que hay un grupo haciendo planes en los que se deba aportar algún dinero, en seguida se apartan para evitar su colaboración. He vivido la experiencia, incluso, que alguno de estos colegas me ha invitado tomarnos un café y, al momento de cancelar, se hacen los desentendidos; por tanto, termino yo pagando para evitar conflictos.

Las razones por las que son tacaños, en verdad las ignoro. Mi madre decía que todos esos comportamientos son heredados y debe haber cierta razón en ello, porque existen seres humanos que, teniendo suficiente dinero, se niegan a satisfacer sus más elementales necesidades y hasta padecen severos sufrimientos porque les cuesta desprenderse de los recursos materiales.

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💰¿Hay diferencias entre ser ahorrador y ser tacaño?

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Por supuesto, y es necesario tener bien claras las diferencias porque no se pueden medir con la misma vara esos dos comportamientos. La persona que ahorra, por lo general, es previsiva, planifica su vida para sentirse respaldada ante cualquier contingencia que se presente en el futuro. Está consciente de que, ante todo, debe enfrentar y solucionar cada día sus pequeños y grandes problemas, además de disfrutar de todo aquello que le agrade, para que su existencia transcurra de la mejor manera posible, sin que las carencias se atraviesen para que la amargura sea la nota preponderante. Sabe que necesita ahorrar, pero eso no significa que deba someterse a desproporcionadas privaciones solo para ver ascender la cifra del dinero acumulado.

El tacaño, en cambio, tal como ya en cierto modo señalamos, renuncia no solo a los placeres de la vida sino a cubrir sus más básicas prioridades con el propósito de atesorar el dinero, de sentir la satisfacción de asegurar una cantidad que solo debe estar destinada a crecer, sin importar nada más. Es una persona, por lo general, egoísta, que no es muy dada a compartir con nadie, ya que con ello siente que se reducen sus oportunidades de continuar acumulando bienes materiales. Su existencia transcurre dentro de los implacables límites de lo estrictamente imprescindible, porque su satisfacción, su orgullo y su seguridad se encuentra en el aumento de lo que no está dispuesto a gastar.

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💰¿Tuviste alguna experiencia con una pareja que era tacaña? Cuéntanos sobre ello.

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No llegó a ser una pareja, aunque quizás estábamos en camino de que así fuese, pero precisamente su tacañería me indujo a renunciar a su compañía. Era la época en que éramos estudiantes universitarios; nunca contábamos con mucho dinero, pero yo no tenía ningún reparo, dentro de mis posibilidades, en gastar el que tuviese en cualquier producto o actividad que nos agradara. Ella siempre señalaba que solo disponía de lo justo para subsistir y yo le creía porque eso no era nada extraño en esos avatares universitarios. Sí me daba cuenta, aunque no me detenía a pensar en eso, que todo el tiempo interponía razones para evitar cualquier desembolso de dinero, incluso el que no era suyo. Si yo quería comer perros calientes, por ejemplo, ella decía que esa era una comida completamente artificial, elaborada con productos químicos que dañan al organismo y un sinfín de cosas por ese estilo… pero se los comía con mucho gusto cuando yo los compraba.

En una ocasión en que yo me quedé sin nada de dinero, en la limpieza total, como solemos decir, ella canceló mi pasaje de autobús de la universidad hacia el centro. Eso no costaba prácticamente nada, además los estudiantes pagaban la mitad del precio. Sin embargo, al otro día bien temprano, apenas yo salí de la primera clase, la encontré en la puerta del aula cobrándome ese pasaje del día anterior. Le pagué porque un amigo me había prestado diez bolívares, pero nunca más volví a buscarla.

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💰Se dice que estadísticamente los hombres son más tacaños que las mujeres, ¿que puedes decir al respecto según tu género?

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No creo que el género determine la tacañería de las personas, ya que considero que se trata de un comportamiento individual que tiene que ver con otras variables. Históricamente se ha señalado que las mujeres son más organizadas y previsivas que los hombres, por tanto, son más juiciosas a la hora de gastar el dinero, pero eso no tiene nada que ver con la avaricia. El varón, por su parte, se considera desde tiempos ancestrales, el proveedor principal de la familia, lo cual pareciera alejarlo de las mezquindades con respecto a los recursos monetarios.

Lo que sí está comprobado es que, sin importar el género, existen ciertas condiciones que pueden inducir a las personas a la pichirrez. Quien en su infancia, por ejemplo, padeció de graves carencias causadas por la falta de dinero, puede tender a ese comportamiento, aun cuando más adelante haya subsanado esos problemas… pero al parecer no existe ningún estudio serio que postule a los hombres como más tacaños que las mujeres.

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💰Hay un refrán venezolano que dice: "Eres más agarrado que vieja en moto" ¿si pudieras refrescar o sustituir lo último, qué pondrías?

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Eres más agarrado que un socialista en el gobierno.

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Invito a los amigos:
@theatrorve,
@wyleska y
@ramadhayani84

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_{Nota: La imagen del autor, en la portada, fue tomada con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.}