Domingo, desperté a las 9am. Antes de levantarme, hablé con mi mamá para saber cómo estaba, porque hace unos días falleció una de sus mejores amigas a causa de un derrame cerebral y por más que mi madre muestre ser fuerte, sé que le afectó mucho esa inesperada pérdida, así que mi hermana y yo desde la distancia hemos estado tratando de mantenerla entretenida y con la mente ocupada, a pesar de que yo también me sentía muy nostálgica.

Por otra parte, éste era un día para aprovechar de lavar y limpiar la residencia pero tenía un gran limitante, el agua. La señora de la residencia creó un grupo y nos agregó a todos los inquilinos. El día anterior escribió diciendo que no había agua y que debíamos ahorrar lo más que se pueda porque no se sabía cuándo llegaría y así bombear para el tanque, rogándole a Dios que llegara. Lo cierto es que me bañé, preparé el desayuno y mientras comía, llegó el mensaje más esperado, habían encendido la bomba y ESTABA LLEGANDO EL AGUA.

A las 11am empecé a lavar la ropa y para agilizar más rápido el proceso de limpieza, mi novio se puso a barrer y a limpiar el piso. Era muy importante dejar todo acomodado y así poder irnos tranquilos a visitar a nuestros padres en los días de Semana Santa. Había demasiado calor y un vapor insoportable pero igual era necesario culminar nuestro objetivo. Y como se trataba de un trabajo en equipo, nos dividimos los quehaceres. Mi novio, barrer, trapear el piso, limpiar la cocina y yo lavar la ropa, el baño y acomodar nuestra habitación. Ambos nos desocupamos casi a las 4pm. Por haber desayunado tarde, no teníamos mucho apetito así que para el almuerzo sólo nos comimos unas empanaditas de carne.

Estaba súper cansada, decidí acostarme pero sólo por media hora porque debía ir a una farmacia que queda relativamente cerca de la residencia, a comprar unos productos de belleza que me encargaron y yo estuve dispuesta a hacer el favor. Le dije a mi novio que me acompañara, me bañé de nuevo, me alisté y salimos. Eran casi las 6pm, la tarde estaba un poco nublada pero haciendo brisa, por lo menos. Jeje

Al llegar a la farmacia me fui directo al area de belleza a buscar los productos y por supuesto me entretuve a ver casi todo lo que allí venden. Al momento de cancelar, pude notar que hay una nueva manera de realizar el pago y es muy chevere, sin necesidad de hacer cola en caja. Cada persona puede optar por pagar en una pantalla que da las indicaciones necesarias para cancelar los productos y que por supuesto incluye de una vez la bolsa. Jeje Creo que con ese método se busca reducir a los empleados o facilitar los procesos de pago, pero lo bueno es que la transacción es fácil y rápida.

Ya estaba oscureciendo y retornamos a casa. Ambos nos sentíamos agotados pero igual debía hacer la cena aunque no quería. Jaja Pero bueno, cenamos y sin pensarlo dos veces nos fuimos a la cama, al rato fue inevitable no quedarme dormida.