¡Cordiales saludos comunidad!
La tradición Judía designa al primer libro de la Biblia con el nombre de Beresit, expresión hebrea que suele traducirse en el comienzo, la Biblia Griega (LXX), en cambio, le da el nombre de Génesis (=GN), término que significa origen o principio, este último título corresponde en alguna medida, el contenido del libro, ya que, su tema principal es el origen del mundo del género humano y del pueblo de Israel.
El génesis se divide en dos grandes partes, la primera es la así llamada historia primordial o primitiva, que se inicia con un solemne relato de la creación y luego narra los comienzo de la historia humana en el mundo creado por Dios, la segunda parte, está en estrecha relación con la primera, pero en ella ya no se habla de la humanidad en general, sino que la atención se concentra principalmente en una sola familia, la familia de Abraham, de Isaac y de Jacob, elegido por Dios como germen o semilla de un pueblo nuevo, que se refiere al pueblo de Israel.
Lo primero que enseña el libro del Génesis es que Dios es el único creador de todo cuanto existe, con el poder de su palabra omnipotente, él creó el cielo y la tierra, hizo que el mundo fuera un lugar habitable y lo pobló de seres vivientes, además, quiso que la especie humana se distinguiera de entre los demás vivientes por su dignidad particular.
La afirmación de esta dignidad ha sido formulada de una vez para siempre en el primer relato de la creación, el hombre y la mujer fueron creados a imagen de Dios, y en esta especial relación con el creador se fundamenta la misión que le has sido confiada, de ejercer responsablemente el dominio sobre el mundo.
Creo, este verbo tiene por sujeto únicamente a Dios y se refiere siempre a una acción divina que produce en particular, un resultado nuevo e imprevisible, se emplea para designar la creación del mundo y de la humanidad.
En efecto, el hombre Adam, fue formado de la tierra Adamá y por eso es débil y efímero, sin embargo, en el momento mismo de formarlo, al infundirle el aliento vital, Dios le comunicó el don de la vida en un grado superior al de los animales, también hizo a la mujer, y se la dio como una ayuda adecuada, es decir, como una persona de su misma condición y dignidad.
Esta primera pareja humana fue llamada desde el principio a vivir en estrecha amistad con Dios, pero la amistad debe cultivarse en forma constante mediante una libre aceptación, por eso Dios, dispuso que ellos observaran un precepto, en virtud del cual se afirmaba tanto la soberanía absoluta del creador como la libertad y responsabilidad humanas.
Pero el hombre y la mujer no aceptaron vivir sometidos a la soberanía divina, pretendieron ser como Dios, y a causa de su desobediencia entraron en el mundo del sufrimiento, y la muerte de este modo se les cerró el acceso en el mundo del sufrimiento y la muerte, de este modo se les cerró el acceso al árbol de la vida, y se inició una serie ininterrumpida de pecados, que trajeron sobre la humanidad el juicio de Dios, representando en el diluvio.