Un compañero de mucha importancia

Pienso que todas las personas en algún punto llegan a tener una gran amistad, una conexión con otra persona que te hace brindarle tu confianza sincera y te sientes muy bien cuando estas con esa persona. Esto puede ocurrir en la infancia, adolescencia, juventud o cualquier etapa de la vida pero en las etapas tempranas suele ocurrir mas a menudo.

Si te preguntara por una persona con la que quisieras estar siempre, que puedas disfrutar su compañía y esto incluye a todos los seres que existen, cual seria tu elección? Yo siempre he anhelado estar con Cristo, esto es, el poder mirarle cara a cara, escucharle en todo momento y poder compartir su presencia en todo instante en forma corporal. Esto supongo que es el sueño de todo seguidor de Cristo y la meta que buscamos conseguir pero hoy pude leer algo que me ha dejado sorprendidamente maravillado.

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Desde niño cuando hacia la lectura en los evangelios con aquella gran imaginación que siempre me ha caracterizado vivía las historias de Jesucristo tal como si estuviese presente cuando ocurría cada escena, y la forma de ser de nuestro Señor siempre me lleno de alegría.

En algún punto dentro de la realidad llegaba incluso a admirar aquellas personas de ese tiempo que tuvieron el privilegio de mirar su rostro y oír claramente sus palabras, sentarse a la mesa con El y compartir alimentos, una sonrisa, consejos y tantas cosas que muchos quisiéramos haber hecho.

Se que ahora seguimos teniendo experiencias con Cristo pero esta vez es un sentido espiritual, sin embargo nuestra esperanza es la promesa de volvernos a reunir con El e incluso es la meta por la que luchamos constantemente, lo cual refleja lo importante que es la compañía de Jesucristo para cada uno de nosotros siendo entre tantas cosas para nosotros nuestra fuente de vida y alegría.

Pero analicemos que siendo Jesucristo y su compañía tan importante para nosotros, entonces cuan importante es aun la compañía de aquel de quien se dijo: "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré." (Juan 16:7)

Imagina que estas con Jesucristo, que es la meta que todos buscamos, pero estando con el te dice que se ira e incluso te conviene que lo haga. Como puede convenirme ser apartado de la presencia corporal de Cristo? bueno el dijo os conviene entonces lo que ocurriría luego debía ser mejor puesto que Dios no miente.

Y la razón de esta conveniencia es que enviaría a otro, de manera que al irse no nos dejaría solos, anhelamos y con mucha razón, la presencia de Jesucristo pero muchas veces ignoramos a ese "otro" que fue la razón de que Cristo se separase de nosotros, siendo ese "otro" el Espíritu Santo una compañía capaz de reemplazar al mismo Jesucristo para prepararnos y hacernos actos para el momento del reencuentro.

El Espíritu Santo nos conecta con Jesucristo de una forma personal y tiene un trato con cada uno de nosotros de una forma personal, no vino solo para hacernos compañía, tiene una labor que cumplir contigo y en ti, pero debemos ser conscientes de su presencia y de la importancia de su presencia para poder movernos segun la voluntad de Dios.

La característica mas importante que busca forjar en nosotros es la santidad mediante la renovación de nuestro entendimiento, derramando en nuestros corazones el amor de Dios para que podamos entregar este amor a nuestros semejantes, este amor que es como un agua que quitara para siempre la sed de los necesitados, aquellos que tienen vacíos en sus corazones que no logran llenar hasta que encuentran el amor de Dios en cada uno de nosotros que somos llamados a ofrecerlo.

Es tiempo de aprovechar el gran privilegio que se nos ha dado al confiarnos un compañero tan importante como lo es el Espíritu Santo.