Es mi mayor placer creer en Jesús.
He examinado las principales visiones del mundo y religiones. He profundizado en la filosofía, la religión comparada, la ciencia como cosmovisión, la persuasión, la psicología, la historia y más. Me gusta estudiar.
En todos mis estudios, he encontrado que nada se compara con Jesús. Está mejor respaldado por todo tipo de pruebas que cualquier competidor. Su enseñanza conduce a una vida mucho mejor que la de cualquier otro competidor. Su poder transforma vidas mucho más poderosamente que cualquier otro competidor.
Jesús es vida.
Jesús es más sabio que cualquier otro maestro, más misericordioso que cualquier otro ayudante, más sabio que cualquier otro oyente, más valiente que cualquier otro líder, más transformador que cualquier otro movimiento, más satisfactorio que cualquier otra fe y más hermoso que cualquier otra cosa. en la creación.
¿Por qué me avergonzaría alguna vez de hablar de Jesús?
Amo a Jesús apasionadamente. Lo seguiría y seguiría su llamado, a pesar de que era la última persona en la tierra.
¡No hay nadie como Jesús! Nunca ha habido un maestro más sabio, un líder más amoroso, un ejemplo más abnegado o un rey más cautivador. Todo en la vida vale la pena renunciar a él por Jesús.
Jesús es Dios, y al creer en él, ¡puedes tener vida en su nombre!
Todos los días, trabajo con personas en las situaciones más difíciles: parejas que luchan por el divorcio, abusadores que luchan por liberarse, padres que pierden a sus hijos, personas tan abrumadas por la ansiedad. No pueden soportar la vida.
Juntos, encontramos una creencia basada en mentiras en la raíz de estas condiciones. Se los llevamos a Jesús en oración.
Y Jesús habla.
Lo veo día a día. Cuando te preparas para buscar la verdad de Dios, Él te da. Y cuando lo hace, cambia tu vida.
He visto a personas pasar de una ansiedad severa a la calma en cuestión de minutos. He visto un dolor que dura 40 años y mejora de inmediato, nunca regresa. He visto a Jesús resucitar a los muertos, literalmente.
Jesús es vida.
El cristianismo no es inofensivo. Jesús quiere cambiar el mundo, incluso cambiarte a ti. Quiere cambiar tu vida: reemplaza tu dolor con paz, reemplaza lo desesperado con propósito, reemplaza el miedo con confianza, reemplaza la soledad con amor.
Jesús es vida.
Y viene por ti.