Primero que nada Saludarle y desearles que tenga un feliz maravilloso día a todas las personas. Felicitar a todos y todas los integrantes de esta ilustre comunidad cristiana e invitarles para que todos juntos nos coloquemos en comunión con nuestro padre celestial.
En nuestro camino hacia Dios podemos experimentar momentos especiales, situaciones en que nos encontramos en suelo sagrado y sentimos la Presencia de Dios.
Así se sentía Pedro cuando fue testigo de la Transfiguración de Jesús. Pedro quería que esa maravillosa experiencia no terminara y le dijo al Señor, déjanos levantar tres chozas, para Ti, para Moisés y para Elías. Jesús lo bajó a tierra, lo guió hasta el pie del cerro y le dijo que no hablara sobre la visión; en vez de ello, se preparara para el Calvario.
El acontecimiento de la Transfiguración que nos narra el Evangelio, fue un anticipo de la gloria de la Resurrección, previo a los días tristes, amargos y oscuros que habían de vivir de la Pasión dolorosa, aunque ni Pedro, ni Santiago ni Juan lo tuvieron en cuenta en esos momentos ni lograron vislumbrar todo su alcance.
En la ocasión, Pedro toma la palabra: «Maestro, bueno que estemos aquí». No hay que olvidar, eso sí, que para haber tenido esa experiencia, del Misterio de Dios, hay que subir una alta cumbre… el evangelio de hoy, no nos narra las peripecias y dificultades, sólo pone atención en lo central. Sin embargo, la experiencia de la Transfiguración confirmaba que Jesús con su opción de Mesías Siervo constituía una ayuda para liberarlos de sus ideas falsas sobre el Mesías y descubrir un nuevo significado del Reino de Dios.
Es bueno pensar cómo cada uno de nosotros tiene, a su modo, una experiencia de transfiguración. Por esta, el Señor nos invita a estar con él y nos deja entrever la vida nueva y deslumbrante que nos espera. La identificación de Moisés y Elías, que aparecen rodeados de gloria, y hablan con Jesús de su partida, que habría de cumplir en Jerusalén, nos conecta con el pasado y con la tradición de la ley y de la profecía. Los discípulos tienen sueño pero permanecen despiertos; están en vigilia a pesar del adormecimiento, y por eso ven la gloria de aquellos tres hombres.
Jesús precisamente en el sufrimiento cercano, en el desconcierto, ante los momentos duros que se avecinan... ora y busca el apoyo y la luz del Padre... Mientras ora, se escucha la voz del Padre: «Éste es mi hijo amado, escuchadle». Estas palabras nos revelan el contenido de la oración de Jesús: Profundizar en su condición de Hijo amado, mirar el rostro del Padre, asumir su voluntad... para vivir como Hijo en todas las circunstancias que van llegando.
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Imagen De Dominio Publico Fuente
First of all, say hello and wish everyone a happy and wonderful day. Congratulate each and every member of this illustrious Christian community and invite them so that all together we place ourselves in communion with our heavenly father.
On our way to God we can experience special moments, situations where we stand on sacred ground and feel the Presence of God. This is how Peter felt when he witnessed the Transfiguration of Jesus. Peter wanted that wonderful experience not to end and he told the Lord, let us build three huts, for You, for Moses and for Elijah. Jesus lowered him to the ground, guided him to the foot of the hill and told him not to talk about the vision; instead, he will prepare for Calvary.
The event of the Transfiguration that the Gospel tells us, was a foretaste of the glory of the Resurrection, prior to the sad, bitter and dark days that they had to live from the painful Passion, although neither Peter, nor James nor John had it in mind. account at that time nor did they manage to glimpse its full scope. # On the occasion, Pedro speaks: «Master, it is good that we are here». We must not forget, yes, that in order to have had that experience, of the Mystery of God, one must climb a high peak... today's Gospel does not tell us about the ups and downs and difficulties, it only pays attention to what is central. However, the experience of the Transfiguration confirmed that Jesus with his choice of Messiah Servant was a help to free them from their false ideas about the Messiah and discover a new meaning of the Kingdom of God.
It is good to think how each of us has, in his own way, an experience of transfiguration. Through this, the Lord invites us to be with him and gives us a glimpse of the new and dazzling life that awaits us. The identification of Moses and Elijah, who appear surrounded by glory, and speak with Jesus of his departure, which he would have to fulfill in Jerusalem, connects us with the past and with the tradition of the law and prophecy. The disciples are sleepy but remain awake; they are awake despite their sleep, and so they see the glory of those three men.
Jesus precisely in the near suffering, in the bewilderment, in the face of the hard moments that are coming... he prays and seeks the support and light of the Father... While he prays, the voice of the Father is heard: «This is my beloved son , listen to him». These words reveal to us the content of Jesus' prayer: to deepen in his condition as a beloved Son, to look at the face of the Father, to assume his will... to live as a Son in all the circumstances that are coming.