¿A qué nos invita el Salmo 100? a que le alabemos a Dios y exaltemos su nombre, que le demos las gracias por lo mucho por lo poco, por su fidelidad, a pesar de como somos, que le sirvamos con alegría no con tristeza, no con quejas, sino con alabanza, que seamos agradecidos, que nuestra boca no salga palabras de maldición sino de bendición, no podemos ser personas de doble ánimo, sí tenemos a Dios en nuestro corazón, tenemos que aprender a bendecir nuestras vidas, a bendecir nuestras familias, a bendecir nuestros trabajos, bendiciones es lo que tiene que salir de nuestros labios, no maldición, no destrucción, no palabras de odio, ni de engaño, ni de crítica, que las personas que nos conozcan vean que somos diferentes, porque tenemos a Dios en nuestras vidas, que tengamos un buen testimonio, y no seamos uno más del montón, seamos diferentes, que seamos instrumento de Dios para edificar, y no para destruir, cuando tenemos a Dios se no tiene que notar, en nuestra forma de hablar y actuar, somos cartas leídas así como dice la palabra de Dios, que prediquemos con nuestros actos, tiene que hablar amor, tenemos que hablar bendición, nuestra boca tiene que ser dominada por Dios, no somos salvo por nuestras obras sino por la gracia, cuando creemos que somos salvos tenemos que actuar como salvos, tenemos que cuidar nuestra salvación, Cristo murió en la cruz por nuestros pecados, para salvarnos para darnos una nueva vida, seamos dignos de ese sacrificio.