Cuando pasamos por desiertos es cuando somos probados por Dios, Él quiere hablarnos, pero no lo escuchas, nada, solo reclamos, somos impacientes, no sabemos esperar, porque pensamos que el no esta con nosotros, pero estamos preocupado y en la normal, vemos el tamaño del problema, pero no el tamaño de Dios, y de cierta manera llama nuestra atención, porque nos ama.

    Y hay silencios, pensamos que no está allí, pero si esta, y pensamos que no nos quiere hablar, Él quiere que lo escuchemos pero estamos tan entretenido y afanados, por el por problemas que estemos pasando, estamos angustiados, somos sus hijos y Él por amor a nosotros llama nuestra atención, porque queremos estar muy cerca, pero a veces tan alejados, que Él permite que pasemos por ciertos, para glorificarse, y que nos acerquemos a Él.

    Dios sabe porque permite las cosas, y hasta donde podemos nosotros aguantar, Él tiene el control de todo, llamando a quejarnos y de lamentarnos, te invito que dispongamos un tiempo a solas con Dios que vayas a ese lugar secreto, donde no haya distracción y podamos callar delante de su presencia y estar atentos y quiere hablar a nuestro corazón, Y esa gran desierto quedará un gran testimonio y nuestra fe sea fortalecida.

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@loani1

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