Mucho de nosotros nos ha pasamos que hay personas que nos han ofendido, nos hecho daño inimaginables, y no fue culpa de nosotros sembraron nosotros rencor rabia resentimientos, y tenemos en el corazón, esas persona quizás sea un familiar, un amigo que nos traicionó, quizás sea esa persona que juro en un altar se prometieron amor, luego ese pacto se rompió, esa persona falló fue infiel, y se va acumulando la rabia y rencor, y se nos daña el corazón, pero tenemos que enfrentar una realidad la realidad la vida, son cosas inevitables, sí nos van a fallar, y nos van a herir, y vamos a sufrir decepciones, y vemos tantas injusticia y pensábamos que no merecíamos lo que nos hicieron, y estamos enojados, estamos resentidos muchas tenemos raíces de amargura y resentimientos, y allí empieza a crecer a crecer y hay personas que no pueden vivir libres no pueden ser felices, no pueden disfrutar de la vida, porque están atados a un pasado, atados a un rencor atados alguien que les hizo daño, y pensamos que fue injusto, yo di lo mejor de mí fui mejor amigo o amiga si una esposa excelente o esposo excelente, y me pagaron de esta manera, así que Dios sabe que en esta vida nos van a ofender, Dios sabe que aún en la familia de Cristo va haber alguna persona que nos hacer algún daño, en la vida querer estar en una burbuja y que nadie de nosotros no no la vida no consiste Dios nos enseña no a que no nos quieran los demás nos enseña cómo podemos salir cómo podemos salir de ese momento de dificultad, tenemos que aceptarnos a Dios y pedirle que ayude a quitar ese dolor que esa amargura ese odio que tenemos, raíz de amargura, tristeza, en realidad el odio ha quién afecta es a nosotros, sentimiento a veces uno cree afecta a la otra persona, que nos hirió, pero a veces esa persona a veces puede estar tan tranquila contenta, con una sonrisa, y somos nosotros los que llevamos esa carga pesada que no nos trae nada bueno, en nuestra espalda todos los días, Y a quién le hace daño sino a nosotros mismos, Yo sé que no es fácil porque yo misma lo he sentido pero con ayuda de Dios y el perdón y la oración y la comunión con él podemos ganar y seguir adelante.

Efesios 4:32
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

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