Cuando queremos algo lo ahora, en el momento queremos tener las cosas rápidas, y es normal, el ser humano es así. Somos como niños cuando quieren un juguete no importa la consecuencia, pero no pensamos el después la consecuencia, que puede traer aquí no estamos preparados para lo que vendrá, nos enamoramos vemos lo atractivo, vemos lo bonito, pero no vemos lo que no nos conviene, ver dejar y llegamos al matrimonio y la mayoría de personas le reclama a Dios después, esta mujer o este hombre que Dios me dio, no fue Dios fuiste tu, lo que lo escogiste, igual puede ser un trabajo una casa algo de que no hemos encaprichado, y a veces se tarda, y quizás Dios no está en el asunto, no son los planes de Él.

Santiago 1:4
Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada.

   Si pero son los planes de nosotros, y el nos quiere guardar y evitar, algo que no nos conviene, pero puede más el capricho, y nuestras malas decisiones, y no es responsabilidad de Dios, pero le echamos la culpa a Él, y nos desbocados, caemos en la realidad, y todo no es color de rosas, y ahora si, pedimos ayuda auxilio a Dios, y queremos querer cambiar todo a nuestra conveniencia, y él se puede glorificar y nos puede ayudar, y caemos en proceso en proceso que no nos gusta, pero son necesarios para madurar, muchas cosas pueden cambiar si invitamos involucramos a Dios en nuestros planes, y hacemos su voluntad qué es lo mejor que nos puede pasar.

Isaías 55:8
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová

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