Reciban un cordial Saludo de mi parte y a su vez desearles que tenga un Feliz día a todas las personas que hacen vida en esta comunidad, en esta oportunidad le escribo para traer la buena nueva que Dios nos tiene a cada uno de nosotros el día de hoy, como lo es ver nuevamente la brillantes del sol y permitirnos nuevamente tener un día más de experiencia en esta agitada vida.
En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte". Jesús le respondió:
"Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros". Palabra del Señor.
Lo que los antiguos profetas han indagado y el pueblo de Dios ha vivido en el pasado, se cumple hoy más plena y definitivamente en nuestros tiempos. Ellos –aunque movidos por el Espíritu Santo– no pudieron, sin embargo, ver realizados los finales y decisivos acontecimientos.
Las enseñanzas de la “historia sagrada” convergen no sólo hacia la singular figura de Jesucristo, sino también hacia la vida cristiana en su conjunto. Para ésta valen también las conocidas exhortaciones a la santidad, precisamente porque ella está igualmente relacionada con Dios, el «Santo» por excelencia (Cfr. Lev 11, 44; 19, Pedro resalta –y por cierto con bastante complacencia– el contraste entre él y sus compañeros, frente al muy calculador «joven rico» (Cfr. Mt 19, 20) a quien poco antes hemos visto incapaz de seguir a a Jesús.
Es entonces cuando Él promete a los suyos una recompensa centuplicada. Primero ya desde este mundo, aunque no exenta de infaltables contrariedades, y después la recompensa perfecta en el futuro, en la vida eterna. Entonces el actual orden terrenal de quienes serán los «primeros» y de quienes serán los «últimos» vendrá a ser definitivamente redimensionado.
Imagen De Dominio Publico Fuente
Receive a cordial greeting from me and in turn wish you a happy day to all the people who make life in this community, this time I am writing to bring the good news that God has for each of us today , as it is to see the brightness of the sun again and allow ourselves to have another day of experience in this hectic life.
At that time, Peter said to Jesus: "Lord, you see that we have left everything to follow you." Jesus replied: "I assure you: No one who has left a house, or brothers or sisters, or father or mother, or children or land, for me and for the Gospel, will not receive, in this life, a hundredfold in houses, brothers and sisters, mothers, and children, and lands, along with persecutions, and in the next world, eternal life. And many who are now first will be last, and many who are now last will be first." Lord's word.
What the ancient prophets have investigated and the people of God have lived in the past, is fulfilled today more fully and definitively in our times. They – although moved by the Holy Spirit – could not, however, see the final and decisive events fulfilled.
The teachings of "sacred history" converge not only towards the singular figure of Jesus Christ, but also towards Christian life as a whole. The well-known exhortations to holiness are also valid for this, precisely because it is equally related to God, the "Holy One" par excellence (Cf. Lev 11, 44; 19, Peter highlights -and certainly with considerable satisfaction- the contrast between him and his companions, in front of the very calculating «rich young man» (Cf. Mt 19, 20) whom shortly before we have seen incapable of following Jesus.
It is then that He promises His own a hundredfold reward. First from this world, although not exempt from inevitable setbacks, and then the perfect reward in the future, in eternal life. Then the current earthly order of who will be the "first" and who will be the "last" will come to be definitively resized.