FUENTE
"El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré".
El Señor Jesucristo, el hombre perfecto, sin pecado y santo. Y Él siempre habita al abrigo del Altísimo.
"Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y protección es su verdad. No temerás al terror nocturno ni a la saeta que vuele de día"
lgunos han recordado estas palabras en tiempos de guerra y creen haber encontrado protección en situaciones muy peligrosas.
"Porque has puesto al Señor, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada
La promesa completa era a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos, como dice aquí en el Salmo 91.
"Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré".
Es que el Hombre Perfecto estuvo entre las fauces de la muerte, y Él descendió a lo más profundo de este mundo, que era la muerte y la sepultura. Y fue librado en el tercer día, cuando Dios le resucitó de entre los muertos y le dio a Él la gloria. Aquí dice: "Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre". ¡Qué gran cuadro de Cristo tenemos aquí en este Salmo!