Estar confundidos muchas veces es parte de nuestra naturaleza, en muchas ocasiones no sabemos que hacer, que responder, o como actuar en diferentes situaciones que se nos presentan, hay momentos en los que dar una respuesta a algo es sencillo pero también están en los que no sabemos que decir ni qué hacer.

Pues una práctica muy sencilla que todos deberíamos hacer cuando esos momentos se hagan presentes es ir directamente a Dios, pues El siempre será la respuesta a lo que no sabemos ni entendemos.

En los momentos de angustia ve a Dios, en los momentos de dolor ve a Dios, en los momentos de incertidumbre ve a Dios, El siempre será la respuesta que no sabemos dar, hasta en los momentos de felicidad, también llegaremos a sus brazos en agradecimiento.

Por eso siempre digo en cualquier momento que estemos pasando los brazos de Dios siempre nos darán la respuesta que necesitamos.

Aunque muchos confíen en sus propias fuerzas, conocimiento, dinero o poder, tu confía ciegamente en la mano que te sostiene, que te sustenta, que te creo, esa siempre te llevará al mejor lugar y a la decisión correcta en el tiempo correcto.

La presencia de Dios traerá a ti la respuesta que tanto necesitas en los momentos de incertidumbre, solo ten paz y ve hasta El, ni la angustia, ni la preocupación, ni el dolor y mucho menos la desesperación te llevará al camino que debes tomar, por eso es necesario mantener la tranquilidad y esa paz que solo Dios puede dar.

Cuando vas hasta su presencia siempre encontrarás refugio, dirección y sabiduría para actuar correctamente.