Es otra vez Septiembre volverían a cambiar la piel los arboles, el otoño llegaría con su aroma recio a llenarnos de intriga por el venidero invierno y de nostalgia por el pasado verano…Mi amiga y yo solíamos estar como todas las tardes en esa época: tejiendo sueños, imaginando momentos, compartiendo penas… aprendiendo para que son las amigas.

Largas conversaciones de quienes van transitando la niñez e iniciando la pubertad, queríamos leer libros de aventuras, viajes, no minimizábamos el imponente paisaje donde vivíamos, pero de igual manera pensábamos en tomar rumbos fuera de allí, no seguir la vieja tradición de casarse con un hombre de campo y continuar contemplado los septiembre una y otra vez desde esa loma. Buscando entre la naturaleza con que adornar el cabello y con la mente colocada mas allá de las alturas de las montañas que lográbamos ver…. No fue fácil el camino andado, tocó no ceder, tener vicisitudes familiares y trabajar arduamente.

Esa imagen la captó un viejo pintor del pueblo sin darnos cuenta, no fue hasta que la vi años después cuando me percaté que vestíamos de negro sin tener duelo por nadie, que nuestro calzado era pesado que hacían nuestro andar lento, pero firme y decidido, ya que pudimos alcanzar los proyectos que concebimos , me encontré la pintura porque soy restauradora en una casa de arte en París, reconocí que éramos Lucy y yo en el retrato …solo nos vemos los septiembre de cada año cuando retornamos al pueblo…ella es médico en Alemania…y mi amiga.

@paholags