Sin nombre propio.

Yo era una flor mas de ese hermoso jardín, para ser exacta no tenia nombre propio, era llamada “silvestre” y así se denomina a varias, no es como la Rosa, Jazmín, Violeta, Girasol, estaba allí pequeñita, eso sí por docenas, aunque la dama que regaba el jardín sentía que centraba su atención en las antes mencionadas… a ellas les hablaba, las llamaba “mis lindas” , esas podían adornar sus jarrones y llevarla dentro de casa…a mí nunca me dio ese privilegio.

No narraré mi historia en ese vergel como otras, donde las bonitas critican a las feas, se burlan de ella, o simplemente resaltan sus bellas características en color, aroma, estética…no lo haré...Yo estaba allí al borde de toda la jardinera tenia mayor presencia y algo dentro de mi me hacía sentir bien, no me menospreciaba convivir con las de nombre propio.

Durante tres días la dueña del lugar no vino a regar las plantas como era su costumbre, de repente se escucharon voces a través de la ventana: ¿Entonces qué haremos doctor?...el médico se asomó por la ventana y observó como buscando respuesta en el aire, además de no perder de vista cuan entristecidas y desaliñadas se encontraban las flores por la sequía …yo permanecía erguida…De repente dijo: la solución está en el patio …allí está es esa y me señaló contundentemente: “Leonurus cardiaca” lo que la señora necesita en infusión para mejorar su corazón…¿ese era mi nombre?...no estaba muy a gusto, al llegar a mi lugar dijo también es conocida como “Cola de león”…ese me agradaba más que el anterior y el de "silvestre". Tomaron varias de mis ejemplares, realizaron una toma que ayudó a mi dueña a recuperar la salud…días después volvió al jardín y me miró con ternura…para mí fue suficiente, un nombre exótico…que sana corazones.

@dove11