Bautizada como Marie Clémentine por su madre y Suzanne por su pintor y luego animador, esta artista tiene una historia de vida por demás interesante.

Su nombre artístico fue escogido por el mismísimo Toulouse-Lautrec cuando pasa de ser una modelo para obras de arte a convertirse en pintora.

Lo tomó de la historia bíblica de Susana y los ancianos, que por cierto ha sido representada en la pintura, tal como la vimos cuando @solperez trajo a esta iniciativa a la artista Artemisia Gentileschi. Esta Susana era una mujer babilónica de firmes convicciones acusada falsamente y condenada a muerte por los dos ancianos jueces que quisieron abusar de ella, siendo luego salvada por el joven Daniel, inspirado por la propia divinidad para hacer justicia.

Aunque su nombre no lo inspiró su pureza sino su tentadora y voluptuosa belleza, que despertaba el deseo de los pintores que la rodeaban, Suzanne era y terminó siendo por el resto de su vida como la babilónica, fiel a sus convicciones.

Desafió las convenciones sociales en muchos aspectos, como su obra, donde destaca el aspecto femenino, la mujer, frecuentemente desnuda, sí, en su cotidianidad, su verdad.

Supo que sería recordada por su fidelidad a su modo de ser y pensar. Era libre y atrevida, al punto de pintarse a sí misma y a su joven amante como Adán y Eva.

Algo extravagante, se dice que llevaba siempre consigo un ramito de zanahorias.

Pero a pesar de su vida libre, vivió siempre al lado de su madre, hasta que ésta falleció y fue devota al cuidado de su hijo atrapado en el alcohol.

El nombre de esta artista será de hecho por siempre recordado en el mundo bohemio, y mientras exista el universo y los científicos estudien los detalles de los planetas, Valadon será el nombre de un cráter en Venus, dejando claro las huellas profundas que dejó esta mujer en la historia del arte.

Los amantes de los animales, y en especial de los gatos, por otra parte, encontrarán en Valadon una prolífica retratista.

Una captura de un fotógrafo anónimo la inmortaliza junto a dos perros, a una cabra le daba de comer los bocetos que no le satisfacían y a Raminou, su musa y el más consentido de sus gatos, lo alimentaba con caviar una vez a la semana.

Suzanne murió como paso más de la mitad de su vida: pintando.

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Gracias, Sol, por invitarnos a estar más cerca del arte y unirlo a la escritura.

Invito a participar a @almaguer, @mofmaria y @sariana23

https://steemit.com/hive-108800/@solperez/concurso-de-arte-y-escritura-131-y-ganadores-de-la-edicion-130-art-and-writing-contest-131-y-ganadores-de-la-edicion-130

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