Desperté a un nuevo día, gracias al sonido de la alarma hacia la cual todos tenemos sentimientos encontrados jejejeje. La ignoré esperando la siguiente, pero no sonó. Bueno, igual me levanté justo a tiempo para las rutinas matutinas. Día del abrazo y de unas cuantas cosas más. En la radio, el locutor que siempre promueve el sentido del humor hablaba de una especie de pez que vive como un parásito adherido al cuerpo de la hembra, con lo cual pierde por completo su autonomía jejeje. Cualquier parecido con la realidad humana es mera coincidencia, aunque en ocasiones se dé el proceso de forma inversa. Sonó una canción que tenía siglos sin escuchar. Así debe ser uno, como el vinotinto (y ponerse mejor con el paso del tiempo). Desayunamos y pasé dejando a mi hija en el colegio. De allí fui a comprar harina de trigo extra para la tarea que tenía que hacer en el curso de panadería. Si me daba tiempo, adelantaba en casa la masa para luego ir a hornear en casa de mi mamá. No fue así porque algo más absorbió mi tiempo toda la mañana. Estaba indecisa de cómo haría mis tareas. Ya casi al mediodía cambié de idea en cuanto a queso y papelón y fui a comprar frutas confitadas y chocolate jejeje. Como extra para el camino mientras llegábamos a casa de mi mamá maíz inflado, uno de nuestros snacks favoritos. Me llevé una impresión horrible cuando escuché como algo se desbarataba y luego ví cómo un par de hombres en moto caía uno sobre el otro. Mayor susto, el de arriba no se movía, pero al rato reaccionó. Bueno, seguimos nuestro camino. Por aquellos lares también llovía. Mi mamá no estaba en casa, sino llevándole jugos verdes a mi tía. Fui preparando el mesón con mis materiales de trabajo. Después de almorzar me puse manos a la obra. Mucho rato después llegó mi madre. Me pareció que me daba tiempo de hacer el reto de la clase de repostería también. Venía preparada para ello y ese mesón es una maravilla para ese trabajo. Solo interrumpí para tomar un café a media tarde y para hacer pastelitos para la cena. Se me fue la mano pero al menos ya no tendría que hacer desayuno jejeje. La jornada fue larga, pero productiva.
Editado en InShot
Caracas, 21 de enero de 2025
Vino tinto, Gilberto Santa Rosa
Todas las imágenes son de mi autoría, captadas con un teléfono celular Tecno Spark exclusivamente para esta publicación
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