_{[Fotografía: @oacevedo]}

Frente a esta vitrina me hizo preguntarme ¿Seré como este maniquí? así sentí al ver esos ojos estáticos con cosas por decir, sin poder expresarlas, bien vestido, a la moda pero por dentro tan vacío como un hueco.

Me senti identificado, tan fuera de lugar que parece que mi presencia solo es un adorno, mi mente y mi alma divagan en un lugar que parece estar fuera de mi realidad, queriendo que fuera diferente ; que las enfermedades no fueran reales, que el corazón no doliera tanto, que mi familia fuera eterna.

Estoy aquí; rodeada por un montón de personas que solo ven que tan peinado está mi cabello, si estoy pasada de peso o si mi vestimenta es linda, algunos ni saben cómo me llamo pero una cosa es segura NO SABEN NADA DE MI.

De que vale ser agradable a los ojos cuando tienes un torbellino de fracturas en tu alma y además este mundo te obliga a coexistir con personas que no saben las batallas que luchamos cada día en nuestro interior.

Sin tan solo fueramos más empáticos ante el dolor o problemas de los demás, pero en vez de eso debemos ponernos una coraza para ocultar nuestro dolor porque sabemos que algunos pueden ser crueles con nuestro corazón. Y así poco a poco nos convertimos en maniquíes vivientes que a golpes hemos tenido que edurecernos y ocultar bajo una buena apariencia el dolor que llevamos dentro ¿Para qué? Para mostrarle que somos parte del mundo que cada vez se vuelve más frívolo e inclinado a la vanidad restándole importancia a los sentimientos y emociones...

Entonces si, soy un maniquí más de esta tienda, de este mundo que me ha obligado a fingir que "todo está bien" pero admitir esto me genera otra interrogante:

¿Vale la pena?