Adicción al celular en niños / Los chamos ya no salen a jugar a la calle

Bastante grave lo que está acarreando el uso indiscriminado de los celulares, lo cual me hace recordar uno de los memes que circulan a través de las redes sociales, donde se llama a la reflexión acerca de que los niños de hoy en día ya no salen a jugar a la calle como los niños del pasado que jugaban metras, trompo, perinola, ruyío, pelota de goma, salto de muñeco, los escondidos, etc. En su lugar, los niños y adolescentes de hoy en día prefieren mantenerse encerrados en sus dormitorios con los ojos clavados en las pantallitas de los dispositivos.

Las formas para entretenerse de antaño ponían a los niños a hacer ejercicio físico y a socializar con sus compinches del vecindario; en cambio, los nenes de hoy se están volviendo inertes y ensimismados. La tendencia es que no se están desarrollando físicamente bien. Es decir, más adelante difícilmente podrán ser aptos para los deportes y, si algún día les toca, puede que tengan que sufrir amargamente si llegan a formar parte de algún ente militar.

Un niño que crece meramente encerrado en su casa puede que acuse en el futuro problemas de interacción con las demás personas, sobre todo cuando le toque enfrentarse o compartir actividades con personas extrañas a su entorno familiar. En pocas palabras, la adicción a los celulares está ocasionando que el mundo se esté llenando de desadaptados sociales o, lo que es lo mismo, de personas que acusan severos problemas psicológicos.

La educación comienza en el hogar y los padres, si se trata de padres responsables, deben velar por lo que hacen sus hijos y no cuesta, por ejemplo, decirle a un niño: "Mira, hijo, veo que pasas muchas horas encima del celular y eso no es muy bueno para la salud de las personas. Vamos a ver si te anotamos en alguna actividad deportiva o en algún curso para que aprendas cosas útiles".

Por otra parte, y como lamentablemente ocurre aquí en Venezuela, al proceso enseñanza-aprendizaje hoy en día lo vemos bastante caótico y deprimente, por cuanto las mismas instituciones encargadas de administrar la educación han optado por el precario e ineficiente favor de los dispositivos.

Olvídense, la mejor educación es la que el alumno recibe en un salón de clases. Claro, no hay que negar que el Internet ayuda bastante, pero no existe algo mejor que a ti te enseñen personalmente los maestros de carne y hueso.

_{Invitación: @sabrip, @dasudi, @mini80}