En el interior de una torre olvidada en el tiempo, ubicada en el último rincón de un pueblo, se encontraba una joven y peculiar escritora, quien usaba el lugar para poder escribir un poco ya que era tranquilo y silencioso, era ideal para inspirarse y crear.

Sentada en una silla frente a su mesa de trabajo, con lápiz en mano dispuesta a trazar la primera letra, cuando iba a mitad de su historia, esta cobró vida. Al tratarse de mascotas, estas se volvieron reales. Perros y gatos se encontraban en el lugar, algunos echados tomando una siesta mientras que los gatos observaban su alrededor con curiosidad. Uno de ellos logró posarse en una de las ventanas para luego echarse, dejando así impresionada a su creadora, quien aún sorprendida decidió probar algo más.

Se decidió por una historia más divertida y compleja. Usando como inspiración las películas de Shrek, escribió su historia, y al igual que con la primera, le pasó que a mitad del escrito sus personajes comenzaron a tomar vida. Entre ellos se encontraba un adorable burrito con alas de dragón, quien volaba a su alrededor haciendo piruetas mientras ella y los demás animales en la habitación lo observaban con absoluta atención. Divertida y emocionada, decidió continuar con su obra. Mientras avanzaba, la historia seguía cobrando vida, llenando la habitación de árboles del bosque y aves, quienes volaban y cantaban sus canciones de amor, hipnotizando a todos en esa habitación.

Pasaban las horas del día y ella seguía escribiendo y creando, llenando el lugar con sus creaciones, mientras una pequeña araña la observaba con aprobación desde la esquina del techo, siendo testigo de algo maravilloso.