“Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza en el año 2021” por @fujoshi94

Holis Steemeans y mis preciosas personas de Venezolanos Steem. Me gusto mucho esta propuesta y pensé que no seria tan descabellada una historia de ellos en pleno 2021, pero quise hacer una propuesta diferente. Me toco reeleer esta clásico y les dijo que el lenguaje romance nunca va ser fácil de entender para mi. Mis repuestos a Don Miguel claro.

Alfonso Quijada

—Ponte el tapabocas por favor.

—Sancho, mira este artefacto de los infiernos —Lo vi golpear un poste de luz —. Están dando luz, como una antorcha, pero sin fuego.

Suspire y lo tome de la mano. El llevaba un tiempo así, delirando después de la fiebre que el virus le produjo. Se creía Don Quijote de la Mancha y pensaba que yo era su fuel escudero.

—Dejame —me empuja con algo de fuerza —, me has escondido mi armadura. Ahora me ocultas a mi caballo.

Negué y le sonreí para transmitirle que estaba bien. El doctor me dijo que debía seguirle la corriente en sus desvaríos, pero extrañaba a mi novio.

—Ahora como voy a ir al rescate de mi Dulcinea.

Deje de escuchar cuando empezó a exaltar todas las virtudes de ella, el ideal de belleza, la dulce juventud de la mañana y miles de cosas que solo una mente como Cervantea puede expresar. Bueno tal vez también mi novio.

Lo vi corriendo hacia la vieja ford del 93 que hace años no conducia. Estaba destartalada a mas no poder, pero ahora para el era un BMW.

—Mi hermoso corcel con crines brillantes —abrió la puerta y se subió —. Vamos llevame con mi amada.

Intento arrancarlo y no se movió. Solo reí, había ido en mi pequeño Volkswagen y le ofrecí llevarlo.

—Un caballero de mi alcurnia montado en un pequeño burro —bufaba y rumiaba como un niño —. Ahora llevabame a mi castillo.

Un grito me hizo frenar derrepente. Cuando pude horientarme el estaba afuera rompiendo una vidriera lleva de pantallas de TVs. La policía y curiosos no tardaron en llegar.

—Alonso, por favor —suplique mientras se resistía al arresto —. Solo deja que te lleven cariño.

—¡Soy un Caballero! —se movía de lado a lado —Así me pagan salvarlos de ese Dragón.

Yo ya estaba llorando para cuando lo llevaban a la patrulla. Tratando de tranquilizarlo y la llegada de Emm no ayudo.

—¡Mi Señora! —se lanzo a los pies de mi hermana —Diles quien soy. Tu amado caballero. —gritaba —. Te salve de ese Dragón come hombres.

Emm me miro con pena y se alejo de él. Yo fui tras el con esa cara de pena y clavo sus ojos en mi. Su fiel escudero. Mi corazón se rompía a cada segundo.

—El nombre de este individuo es Alfonso Quijada —el policía me miraba serio —¿si o no?

—Sancho.

—Mi señor —respondí con voz trémula —Mi Don Quijote —sonreí —lo sacare del calabozo y con Rosinante iremos a matar a los monstruos.

Su cara de alegría me partió el alma. Los policías se lo llevaron y llore en los brazos de mi hermana. Este era un castigo más del universo. El virus si se había llevado a mi amado. Tome mi teléfono e hice la llamada que postergue por meses.

—Dr. Marcus —Mire la tienda frente a mi —, creo que ya es hora de internarlo.

Una sonrisa irónica se asomo a mis labios cuando el anuncio de neón se encendió. Molinos de viento. Reí con amargura y luego llore de impotencia.

Ni Miguel de Cervantes pudo imaginar que su historia se haría realidad, para mi desgracia.

Bueno hasta aquí mi historia. Espero que les guste porque me pareció súper triste. No podía hacer una comedia sin algo de drama. No esta en mi naturaleza, pero ojala le den una oportunidad. Nos vemos en el siguiente cuento.