Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza en el año 2021 por @genomil

Don Quijote acababa de llegar a Ciudad Bolívar, primera vez que venía a estas tierras, se sintió atraído por la famosa feria de la Sapoara que celebran los bolivarenses en agosto de cada año.

Como no quería perderse ni un solo detalle se hospedó en uno de los hoteles del conocido Paseo Orinoco con vista a ese majestuoso rio Orinoco, estaba fascinado con tal belleza de la naturaleza, pero la satisfacción fue mayor cuando conoció a la hija del dueño del hotel, la señorita Dulcinea del Toboso, ella toda respingada y mirando a todos de reojo, se sabía hermosa y todos en la ciudad admiraban su belleza, belleza que no escapó a los ojos de Don Quijote, a pesar de ser este unos años mayor que ella, se dejó deslumbrar por su hermosura.

El padre de Dulcinea, el gordo Sancho Panza captó de una, las miradas lanzadas por el extraño a su única hija, pero no le dio importancia pues sabía que su hija era bien difícil de conquistar.

Don Quijote le dijo: Donde puedo estacionar a Rocinante? Y quien es Rocinante? Le pregunta Sancho, a lo que él responde: Mi Ferrari.

Al escuchar esa palabra los ojos de Dulcinea brillaron, pues siempre le gustaron los autos de lujo y fue así como le dio a una primera mirada al piloto de Rocinante.

Al día siguiente Don Quijote se atrevió a invitar a Dulcinea a que le mostrara la ciudad, eso sí, antes pidió permiso a su padre, se veía que era un hombre de bien y con buenas intenciones, así que Sancho dio el consentimiento para ese paseo.

Dulcinea lo llevó a recorrer todos los sitios históricos de la ciudad, además de bella era muy inteligente y manifestaba un amor por su ciudad y su historia que lo trasmitía al hablar de ella.

Ya cansados, entraron a un restaurant para almorzar y lógicamente ella pidió el pescado del momento, Sapoara frita, a Don Quijote le encantó tanto que hasta la cabeza se comió y al ver esto Dulcinea le dijo: ya no te podrás ir de Ciudad Bolívar. Y Don Quijote pregunta: Y eso por qué? Dice la leyenda quien se come la cabeza de este pez se enamorara y se quedará para siempre en la ciudad con su amada, le contesta ella.

Don Quijote le dijo: yo encontré a mi amada y me enamoré solo al verla y aun no me había comido este delicioso pescado.

Ella totalmente emocionada se dejó deslumbrar por las galanterías de aquel hombre que recién conocía, la mujer difícil de conquistar estaba cediendo ante las atenciones de aquel caballero sin armadura.

El resto del mes de agosto recorrieron completamente la ciudad y parte del Estado, disfrutaron y a medida que se iban conociendo más se sentían enamorados, algo que empezó de la nada se transformó en el amor más puro y tierno que haya unido a dos almas.

Don Quijote y Dulcinea se casaron en una ceremonia bastante original a orillas del Rio Orinoco y la novia llegó en un carruaje tirado del burro de Sancho, su adorada mascota, era todo un espectáculo.

Y asi Don Quijote de la Mancha se comió la cabeza de la Sapoara y se quedó para siempre al lado de su Dulcinea del Toboso.

Esta es mi participación para el reto de la amiga @marcybetancourt quien nos trae esta original idea para traer al año 2.021 al fascinante Don Quijote de la Mancha, hay que ponerse creativos, así que vamos a intentarlo, anímate, acá te dejo el enlace

Gracias por leerme, te deseo salud y bienestar; además de éxito en todos tus proyectos de vida.

Las imágenes son de mi autoría, captadas con mi celular Samsung J2 Prime.

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