Con mis saludos a toda la comunidad Steemit y particularmente a la de Venezolanos Steem dirigida por @marcybetancourt y @solperez , les estoy dejando unos dibujos para un cuento para y sobre niños de mi autoría.
A veces no damos importancia a lo que los niños dicen y en ocasiones esto puede ser de vital importancia para comprender la verdad de algunas cosas.
Elefante de colores
Mamá lo observa mientras junta sus manitas y juega con los dedos en un movimiento que parece un tierno lenguaje de señas.
— Uhmm, ¿podrías contarme otra historia, mami?
—Puedo contarte otra historia, Mathi, pero no hoy. Quizás mañana, a la hora del cuento de buenas noches.
Mamá hace un gesto para darle un beso. Él levanta los brazos y se aferra a su cuello. Mamá sonríe y le hace una pregunta con los ojos. Mathi lo comprende.
—Mami, te diré un secreto.
Mamá cree que Mathi realmente quiere detenerla, sonríe. Suavemente quita las manos de su hijo de su cuello y se prepara para irse.
Mathi no tiene más remedio que hablar.
—Te quiero contar un secreto
Mamá está derrotada. Vuelve a sentarse en el borde de la cama.
—¿Qué tipo de secreto? ¿Es tu secreto o es el secreto de otra persona?
—Es mi secreto y es el secreto de otra persona . Mathi dice.
Mamá cree que Mathi está ganando mucho tiempo, pero ... ¿Pero y si es verdad? Mami decide acelerar las cosas.
—Sabes que puedes decirme cualquier cosa, hijo. un niño pequeño no debería tener secretos. Dime cuál es el secreto.
—Mami, no lo vas a creer, pero sé que es verdad. ¿Juras que me creerás?
—Te lo juro, Mathi, ahora dime.
—¡Mami, en nuestro techo vive un elefante!
Mamá no esperaba esto.
—¿Un elefante, Mathi, un elefante?
Mami toca la frente de su hijo, mami levanta las mantas y lo revisa. Mamá mira hacia la puerta, deseando que alguien la acompañe en ese momento. Mamá suspira, Mathi no ha respondido la pregunta y la repite.
—¿Un elefante, Mathi, un elefante?
Mathi asiente. Estaba pasando por un momento muy serio.
Mamá capta la seriedad de Mathi, luego le pregunta.
—Por favor, explícame cómo se ve ese elefante, es tal vez un elefante de juguete que alguien arrojó al techo, o tal vez es una mancha de pintura, o es un sueño ...
Mathi niega con la cabeza mientras mamá hace una lista.
—No. Es un elefante real, un elefante grande, real, con su gran trompa y sus orejas. Vive escondido en el techo durante el día. Solo yo puedo verlo.
Mamá es una mamá atenta, aunque no recuerda cómo aprendió la técnica de repetir en voz alta y en forma de pregunta la última frase de sus hijos. repite mamá.
—¿Solo tú puedes verlo? ¿Cuántas veces lo has visto, Mathi?
Mathi ha recuperado la locuacidad y explica que lo ha visto muchas veces, que es un elefante simpático, que no da miedo, que anda de puntillas porque no quiere estropear el techo, que a veces el elefante le hace preguntas de cosas de la casa y que a veces se ve triste.
Mamá lo deja hablar, no quiere pensar en nada, solo quiere escucharlo, pero ahora le interesa la tristeza del elefante que vive en el techo. Ella le pregunta cómo puede diferenciar entre un elefante feliz y un elefante triste.
Mathi responde que es muy simple, solo tiene que mirarlo, porque cuando el elefante está feliz la piel del elefante es de colores brillantes, verde, morado, naranja, azul, pero cuando está triste se vuelve de un solo color, un color oscuro. que puede ser gris como los elefantes en la jungla o puede volverse marrón.
Mamá lo escucha, lo escucha. En el fondo, se pregunta si necesitará ayuda para bajar ese elefante del techo. Puede que necesite un especialista.
Mathi está cansado, ahora bosteza. Mamá le pregunta si está bien, si tiene sueño, quiere asegurarse de que Mathi no le tenga miedo al elefante. ¡Mamá es tan asertiva!
—¿Y cuál es el nombre de tu elefante? Se le ocurre a ella.
—Se llama Martín, mamá. Yo lo llamo Martí, no es mi elefante, es mi amigo. Mathi dice bostezando.
Mamá parece sorprendida. Ha comenzado a comprender algo.
Vuelve a besar a su hijo en la frente, le dice buenas noches, sale despacio. Una vez que ha cerrado la puerta, se da la vuelta. Mathi parece estar dormido. Ella lo toca en la cara, lo despierta.
—Tengo mucho sueño, mamá", dice el niño.
—Dime algo, Mathi, ¿cuándo vendrá Martí?
—Él es solo mi amigo, viene cuando estoy solo pero no parece que le gusten las cosas de las niñas. Si ves llorar a mi hermana, porque sus cosas parecen rotas, solo dile que el culpable es Martí, el elefante de colores que vive en el techo.
Todos los dibujos son propios.
@gracielaacevedo
Gracias por compartir este hermoso cuento, saludos
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GRacias a ustedpor leerlo @sir-lionel
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¡Enhorabuena! Su post ha sido seleccionado para la publicación de los destacados de la semana 13 por la comunidad #venezolanossteem, la casa de los sueños posibles.
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Muchas gracias por la escogencia, @solperez. Es una alegría que mi trabajo les haya llamado la atención.
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Es un cuento hermoso. En el también hay un valioso mensaje para los padres. Un abrazo, @gracielaacevedo
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Que hermoso cuento, mil felicidades. Espero seguirte leyendo.
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Muchas gracias muy amable. Siempre escribo...
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