Nuestras costas venezolanas tienen como visitante permanente al alcatraz, ave silenciosa y enigmática. En algunas oportunidades he podido captarla con mi cámara, como en las fotos que comparto esta vez tomadas en Puerto Sucre o en Mochima, ambos lugares del estado Sucre (Venezuela). Las acompaño con un texto propio escrito a partir de ellas.



Testigos del mar, pueden atravesar el azul inmenso,
descender en picada por la presa, o planear sobre las encrespadas olas,
y ser el habitante de los aires perdurables.
Pero, alado y desafiante, también se retira.
Descansa sobre la piedra como aquel ave del diluvio
o en el vertical mástil, preparando su vuelo horizontal.