Las personas que me conocen, saben que soy una mujer alegre, extrovertida, activa, que raramente está triste o de mal humor; sin embargo, esta semana mi rostro, mi manera de ser, comportarme, caminar, cambió por completo. Como si una nube gris se hubiese posado sobre mí y llevara sobre mis hombros una gran piedra, no tenía ánimo de nada, ni siquiera de salir de mi cuarto o de comer. La causa: me habían robado mi cuenta de Steemit.

Todo sucedió el jueves 15 de septiembre cuando miré mi billetera y vi que se lo habían llevado todo (31 SBD y más 160 Steem) y que ya habían hecho un power down. En ese instante sentí que me ponía fría y que una parte de mí moría: aquella parte en la que anida la confianza, la paz mental, la tranquilidad y especialmente la seguridad. En ese instante no solo me sentí devastada, molesta, triste, también me sentí vulnerable, expuesta, con miedo.

_{Imagen creada por mí en Canva}

Los que alguna vez han sentido ese grado de indefensión, saben que el miedo te paraliza y se hace tan incontrolable porque no sabes cómo actuar, qué hacer para eliminar eso que te hace daño. Mi primera reacción fue llorar, gritar, encerrarme en mi cuarto y en mí misma, pero a medida que pasaba el tiempo y que algunos amigos me daban ánimo, comencé a pensar y a buscar soluciones. Esas soluciones no llegaron a mi mente como respuesta propia, llegaron gracias a amigos que respondieron a mi llamado de auxilio. En esta parte debo mencionar a dos seres que me apoyaron y me orientaron: @amaponian e @inspiracion. No solo me ofrecieron las salidas adecuadas, precisas, también me ofrecieron palabras de consuelo que fueron bálsamo para mi alma rota.

_{Imagen creada por mí en Canva}

Si bien es cierto que a estos dos amigos los "conozco" hace 4 años gracias a Steemit y que vivimos en el mismo país (Venezuela), no los conozco personalmente. Sin embargo, intentaron (y lo lograron) acompañarme en la distancia y servirme de guías. Realmente gracias. Mención aparte se merece el amigo @summisimeon quien sin conocerme y ser de otro país, hablar otra lengua, hizo lo imposible para que pudiera recuperar mi cuenta. Desde el principio "me prometió" que me ayudaría y así lo hizo. Ellos son la prueba de que hay ángeles en la tierra, sin alas y que están por ahí, entre la gente.

_{Imagen creada por mí en Canva}

Aunque me cueste reconocerlo, mucho de lo que viví fue por mi culpa, por mi ignorancia, dejadez, desorden, por esa manera irresponsable que tenemos algunas personas de no leer las letras pequeñas y dejarlo todo a la suerte. Robaron mi cuenta porque no cambié jamás las claves y porque no tuve la precaución de guardarlas en un sitio seguro y confiable. En Steemit se han hecho muchos posts que hablan al respecto, pero yo no hice caso a los consejos. Es mi culpa y la acepto.

Este error me ha servido de lección, pero también ha servido para alojar en mí un estado de carencias, de debilidades que antes no veía. Ahora quiero que este "nuevo" comienzo esté lleno de más responsabilidades, compromisos y conocimiento. Por supuesto que no se hacen castillos de la noche a la mañana, pero ganas de trabajar tengo y así que aunque se haga lento, con este post he vuelto.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS