Una imagen, un poema #72: La muerte sorprendida
Era una noche de tormenta
cuando el pobre Angito,
saliendo de su casa, vio la muerte.
Con cara de sorprendida,
la parca estaba contrariada visiblemente.
Angito que no era tonto
se dio cuenta inmediatamente
y vio aquella cara de sorpresa
como una señal de mala suerte.
Entonces Angito se fue para su casa
imaginando que allí estaría seguro,
pero vino un rayo fulminante,
y lo mató en unos pocos segundos.
Cuando Angito ya muerto,
se encontró de nuevo con la muerte,
le dijo de manera grosera:
"Tú si pudiste joderme".
Con esa cara de sorpresa,
pensé que debía esconderme
y fuiste hasta mi casa
y hasta allá lograste meterte.
Pero la muerte lo vio
con cara de inocente:
"Ciertamente fue sorpresa
lo que sentí al verte,
pero fue porque estabas afuera,
y según el destino, era dentro de tu casa,
donde un rayo fulminante debía caerte".