Feliz y bendecido día tengan todos mis queridos amigos.

¡Que hermoso amanecer!, hoy me desperté con el canto de los pájaros que revoloteaban cerca de mi ventana.

La calma y la paz se sienten en el ambiente, por eso con mi acostumbrado café mañanero voy a disfrutar del paisaje que tengo ante mis ojos... Tenía mucho tiempo que no me tomaba unas merecidas vacaciones, alejada del bullicio y la contaminación. Ahora estoy en mi casita del campo donde todo es armonía; o por lo menos en estos momentos, por eso voy a disfrutarlo, saboreando aún con más ganas mi cargado café.

Ya casi terminando el delicioso café, pasa haciendo un gran estruendo un rebaño de ovejas, quienes estaban pastando en una finca muy cerca de mi rancho, seguidamente y levantando aún más polvo corrían detrás de ellas una manada de lobos, quienes casi le dan alcance. A lo lejos se escuchaban gritos, los cuales eran difícil descifrar...

Un anciano me decía que me resguardara de los animales, que me podían hacer daño; sin embargo él pasó junto a mí y siguió el camino que dejaban los lobos. Él iría al rescate de su rebaño.

Sin pensarlo dos veces, lo seguí, con mucha prudencia y mucho temor de que los animales se regresaran y me encontraran en medio de su camino; sin embargo, me sentía en la necesidad de apoyar al anciano, quien ya casi sin fuerzas, pero con gran determinación corría detrás de sus ovejas intentando ahuyentar a los lobos...

Llegamos a un riachuelo, donde ya se encontraban las ovejas, pero no había rastro de los lobos. Era todo un misterio, ¿Cómo habían desaparecido tantos animales en tan poco tiempo?;sin embargo, junto al rebaño estaban Toby y Clifford, dos perros ovejeros que se sentían orgullosos y tranquilos junto a las ovejas.

De repente siento un fuerte golpe en mi espalda y caigo en medio del río. Tenía mucho frío y me invadió el temor. No sabía qué me había golpeado y por qué estaba en el agua fría. Comencé a temblar y tenía muchas ganas de orinar por el frío del agua. De repente y de un sobresalto, desperté de este sueño tan raro y tuve que salir corriendo al baño, porque casi me orino en las sábanas de mi cama...

Al salir del baño, me preparé un rico café y lo disfruté con una sonrisa en mis labios, recordando el extraño sueño que tuve.

Espero les agrade este relato que comparto con cariño para toda la comunidad. Un abrazo grande y que la Paz del Señor siempre los guíe y acompañe. Nos vemos, Chao.