El llanto en las canciones

  Si tengo la oportunidad de describir mi vida, sin duda alguna la palabra música es la idónea para dicha descripción, porque la conexión que siento con este arte, es tan perfecto que, a pesar de saberlo, no deja de sorprenderme, ya que he escuchado muchas canciones que explican de manera literal las sensaciones que estoy explorando.

  Durante el trayecto de mi vida me he dado la oportunidad de escuchar diversos tipos de géneros musicales, porque siento que la mejor manera de emprender un viaje armónico sobre nuestras emociones, es sumergirnos en la variedad musical y, gracias a esta aventura he descubierto que existen canciones que me sensibilizan de una forma que ningún otro elemento lo logra.

  Cuando descubrí la influencia sentimental que tiene la música en mí, me sentí vulnerable y recuerdo que el miedo formaba parte de mí. Sin embargo, durante una conversación con mi psicóloga comprendí que esa sensación no estaba relacionada con vulnerabilidad y, mucho menos, debilidad, sino que, la letra o sonidos de la melodía que escucho, estimula mi sensibilidad.

  Honestamente, comprender eso me impulsó a valorar más las canciones que promueven mi llanto, ya que a través de esas lágrimas, tengo la oportunidad de recordar que soy humana y, llorar jamás va a ser sinónimo de debilidad, pero sí de liberación, porque una lágrima derramada por felicidad o tristeza, simplemente es el resultado de un drenaje emocional y, expulsar nuestras emociones, siempre nos llevará a sentirnos mejor.

  Desde que comencé a reconciliarme con la vida, noté que escuchar la canción Quizás del cantante español Enrique Iglesias, detona en mí las lágrimas antes de que el cantante comience a cantar y, les confieso que mi llanto es como si me hubiesen herido a muerte.

  Mi reacción con esta canción es lo que llamo un cúmulo de mis emociones, ya que en ella se describen elementos claves de la relación que tuve con mi papá cuando estuve bajo un cuadro depresivo y, hoy día escucharla me hace sentir que estoy en un déjà vu solo que, ahora entiendo de mejor manera todo ese huracán de emociones que tenía.

  La canción Quizás me gusta mucho y, además de hacerme llorar, también me permite reflexionar en la soledad que experimenté en el pasado acotando que, a pesar de que una parte de mí quería estar cerca de mi papá, había otro elemento en mi interior que me impulsaba a alejarlo para no contagiarlo con la tristeza y rabia que sentía; siendo esté un acto de amor que a mi juicio, en esa ocasión ejercí.