Hola hola mi gente bonita de @venezolanos steem , si gran equipo de t trabajo y todos aquellos usuarios que hacen vida en nuestra casa grande, una gran bendición para todos.

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Retomando mis pinceladas en el marco de las Metáforas terapéuticas con el tema de esta semana **La Llama de mi Ira”, una metáfora que nació en la sesión terapéutica con un paciente con problemas de control de ira y que tenía limitaciones para comprender el peligro de no controlar la ira, y las consecuencias que esto conlleva. Veamos la metáfora.

Cuando estamos molestos por alguna situación que nos hace perder el control de nuestras emociones y limita la intervención del cerebro izquierdo para razonar en momentos tan tensos tanto que perdemos el control de nosotros mismos dejando como respuesta acciones violentas, expresiones groseras, manoteos, autolesión, violencia psicológica e incluso física, es semejante a una cocina de tope en manos de una ama de casa que jamás uso una parecida e intento encender la hornilla sin regular la llama sin tener información que para encenderlas se necesita regular la llama porqué de lo contrario las llamas se disparan en grandes fogones y pueden ocasionar si no tienes experiencia grandes quemaduras.

Pues bien, así es la ira la encendemos sin regular sus consecuencias … es que nos cegamos de tal manera que nuestra mente se desconecta y hasta que no logramos soltar toda la llama no nos detenemos, pero luego que el fuego se apaga ya es tarde para recoger las cenizas que dejaron alrededor.

Que sentimiento tan destructivo es ventilar la ira de forma inadecuada, he visto familias divididas, matrimonios desechos, hijos lesionados, mujeres golpeadas, ancianos maltratados e incluso es tan cruel este sentimiento mal ventilado que las redes sociales no dejan de informar los grandes desastres que ocasiona el descontrol de la ira.

En una ocasión, iba con unos amigos en la camioneta de ellos pues nos habían invitado a almorzar en su casa, el era un funcionario de la Guardia Nacional con cierta jerarquía y sin querer se le atravesó a un señor en la carretera en uno de esos momentos que nos entretuvimos hablando, en ese momento, el señor que manejaba un pequeño vehículo se enfureció tanto que le dijo todas las groserías que encontró en su pequeño cerebro a nuestro amigo.

Nuestro amigo, de forma Cortez pues reconoció su error pidió disculpas al señor y seguimos adelante yo me puse un poco tensa por unos segundos y luego con este perdón pensé que todo terminaría allí, sin embargo, el señor se le ha acercado a la camioneta tan furioso ofendiendo y sacando toda la ira que tenía acumulada y le dijo a nuestro amigo “Si tuviera en mis manos una pistola te mataría en este mismo momento piiiiiiii”. (Significa lenguaje vulgar).

Diooos nunca había visto alguien con tanta ira en mi vida como ese hombre. Nuestro amigo con toda la calma del mundo metió su mano en la parte trasera del asiento del piloto y sacó su pistola, cuando lo hizo créame que me dio un pequeño susto… Pero creo que a este señor le fue peor porqué nuestro amigo apuntándole con la pistola le dijo: ¿Una pistola cómo está amigo?, en ese momento se perdió del mapa y no lo vimos más jejejeje.

Uno de los consejos que nunca falta en mis asesorías terapéuticas en casos de pacientes que no pueden controlar su ira, son las consecuencias que conlleva este tipo de conductas, porqué lanzamos nuestra llama de rabia con tanta furia sin percatarnos cómo puede reaccionar el interlocutor, no sabemos hasta donde puede llegar una persona que se siente ofendida cuando actuamos con mucha ira e irrespetamos al ser humano.

Muchas veces se trata de conductas modeladas en casa desde niños, quizás padres coléricos e iracundos qué resolvían todos los problemas con gritos y maltrato, quizás se trate de madres que vengaban el maltrato que recibían de sus parejas con sus hijos dejando esta huella imborrable en el corazón de ellos, o posiblemente se trate de hogares disfuncionales que no pudieron resolver sus propios problemas sin usar la violencia.

Este es un llamado al control de la ira, no sabemos las consecuencias que conlleva desenfocarnos y perder el control la mayoría de las veces por pequeñas trivialidades si medir las consecuencias que esto puede generar, esta similitud metafórica con la vida real no deja de ser significativa para dejarnos una lección de vida, en nosotros está *Regular la llama de nuestro temperamento para evitar que las cenizas se dispersen por todo nuestro alrededor

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