Las dos soltaron la risa. Pero enseguida, Lucrecia, le dijo: "Comadre, es en serio, ¿qué opina usted de ese matrimonio?

-Bueno, mija, a mí eso no me resulta extraño; porque el hombre con el que se casaron está bien bueno. No como el marío mío, que es más feo que "un carro chocao por debajo"; este no, este se ve limpiecito, es alto y es militar. Ellas, por otro lao' son mujeres, y como tal tienen que sentir el deseo de que les pasen la mano. Las muchachitas no son horribles, aunque hay una más bonita que otra. Yo te aseguro que ellas llegaron al acuerdo de tener un marío, y de ganarse mucha plata, ocupando a la gente de pensar en ¿cómo son las relaciones entre ellos? ¿Si las besa a las dos o solo a una? jajaja. Ay, comadre, qué broma más buena. Yo me imagino que esos se la pasan escuchando la canción que escucha el nieto mío, una que dice: "Felices los cuatro, y agrandamo' el cuarto", jajaja. Comadre, ¿usted, se imagina que la otra hermana se quiera casar con otro hombre? jajaja. Ahí sí se enredaría el asunto, jeje. Ahora, comadre, le voy a ser sincera, esas mujeres se ven felices, y eso es lo más importante.

-Vio, comadre, que conversar con usted me ayudó a opinar en el concurso que tiene @genomil. La verdad es que ellos se ven felices, y eso evidencia que las dos hermanas se pusieron de acuerdo para casarse con "el manguito" ese, que no tiene que salir de su casa pa' besá a otra mujer, porque tiene en su casa a dos por el precio de una, jajaja.

Martina y Lucrecia se rieron a carcajadas; yo, que las venía escuchando también me uní a su risa, y una me dijo:

-¿Verdad, mija, que todos merecemos ser felices, aunque seamos siamesas, cojas, locas y ciegas?

Le dije, sin dudarlo ni un seguno: "Eso es verdad".

Y esa es mi opinión. Todos debemos procurar ser felices, y las siamesas parecen serlo.

Me gustaría invitar a mis amigos: @enrisanti, @acostacazorla y @tocho2. Aquí la información