Do you take care of your relationships? - ¿Cuidas tus Relaciones?

Si comparamos una relación con un jardín, me refiero a cualquier tipo de relación; por ejemplo la relación con uno mismo, la relación con la pareja, la relación familiar, etc. Si lo comparamos con un jardín, nos daremos cuenta de que tiene mucha similitud, porque una relación es algo que debemos estar regando con amor todos los días y procurando que todo esté en orden, ya que queremos que siga brindándonos su armonía y belleza siempre, aunque cada uno sea diferente. Por eso, siempre buscamos mantenerlo lo mejor posible.

Pero, ¿por qué hacemos esto? La respuesta sería que, como nos gusta la sensación de bienestar que sentimos, nos gusta la atmósfera de armonía y paz. Nunca haríamos nada para dañarlo. Pero las plagas y malezas siempre estarán ahí, en forma de malentendidos, desacuerdos, rabias tragadas, palabras no dichas en el momento, conversaciones no realizadas en el momento preciso, tratando de destruir tu armonía y la paz, de tu entorno más cercano. . Por eso, si nos descuidamos, aunque sea un poco, podemos poner en riesgo el bienestar de nuestro jardín. Esto sin mencionar los factores externos.

Si comparamos la plaga y la maleza, con los egos y personalidades de cada uno de los seres humanos. Nos daríamos cuenta de que todos los seres humanos incluyéndonos a nosotros, por supuesto, tenemos ahí dentro de nosotros, esas cositas que sabemos que están ahí y que a primera vista no se ven, y que siempre estarán a la sombra, recordándonos su presencia. . Que en el momento menos esperado surgen fuera de nosotros y que en ocasiones pueden ocasionar ciertos inconvenientes para nosotros y para quienes estamos en nuestro entorno más cercano.

Entonces, cuando nos encontramos en una situación incómoda, deseamos que esa parte gris de nosotros no hubiera emergido, y nos damos cuenta de que podríamos haberlo controlado, pero no lo hicimos, y causamos una situación que afectó negativamente a quien está más cerca de nosotros. y no solo eso, sino que también nos afectó a nosotros mismos.

Esto puede suceder, en nuestras relaciones laborales, en nuestra familia, y muy probablemente, en nuestra relación con la pareja, etc. Nos damos cuenta de que si no tenemos cuidado con nuestras palabras y actitudes, podríamos afectar susceptibilidades, que no conocemos. existen en otros. gente. Hay ocasiones en las que una sola palabra pronunciada, sin pensar antes, o una actitud aparentemente inofensiva, pero no analizada antes, puede alterar el buen mantenimiento de una relación.

Lo mejor que puedes hacer es pensar en cómo te sentirías si alguien te dijera algo que no te hace gracia. ¿Reaccionarías apropiadamente? ¿Hablarías con paz? ¿Sería capaz de hacer entender sus razones de la manera más armoniosa posible, cuando se trata de usted mismo? Hay que pensar y analizar, merece la pena ...

Imagínate, un vaso de agua cristalina y que consciente o inconscientemente cae dentro de él una gota de tinta ... ¿Qué pasa? Por supuesto toda el agua se vuelve turbia y ya no es la misma agua transparente que teníamos antes y es probable que tengamos que tirarla y poner agua nueva ...

Imagina que tienes una relación, donde la tinta que ensucia el agua serían los malentendidos, la envidia, la competencia, el enfado, las discusiones, el resentimiento, el resentimiento que provoca cada disputa, cada palabra dicha pero no pensada, y toda esa cantidad de gotitas de tinta negra que pueden enturbiar una relación poco a poco.

Por eso debemos estar siempre atentos y en el momento en que realmente no hemos sido capaces de controlarnos, tener el coraje, de reconocer cuando fallamos y pedir perdón. Por supuesto, no quiero decir que nos acostumbremos a repetir siempre esta actitud y luego escudarnos pidiendo perdón ... Porque todo tiene un límite ...

Cuando pides perdón o te disculpas por haber lastimado a alguien, o te has excedido en alguna actitud o acción, tiene que haber un propósito verdadero, tienes que hacer un cambio, dar lo mejor de ti, para que eso no vuelva a suceder, claro. , si quieres que tu relación permanezca en el tiempo. No puedes seguir repitiendo lo mismo cada vez y protegerte siempre detrás de las disculpas. Eso no funciona así ...

Sabemos que no es fácil controlar las reacciones que están tan arraigadas en nosotros. Pero si podemos intentar controlarlos cada vez más y tratar de hacer más espacio entre uno y otro, hasta erradicar esos malos hábitos de nuestra vida, que no te hacen ningún bien a ti ni a tus afectos.

Por eso, recuerda que en todo tipo de relaciones, ya sea con uno mismo, una relación laboral, una amistad, o en pareja, siempre tenemos que pensar que cada uno es responsable de aportar su granito de arena para que esa relación se mantenga armónica y estable. Debemos estar atentos si aparece una mala hierba que quiera destruir el equilibrio, debemos hacer lo que sea conveniente y lo mejor es arrancarla en el momento oportuno. No podemos dejar que crezca y se extienda. Porque seguramente al final, contaminará y destruirá todo el espacio que se le permita.