El amor es cómo ver mi reflejo en el agua, podiendo amar a otras personas, pero imposible de amarme a mí mismo. Es que aún no me entiendo a mí mismo, aun no me conozco, y en muchas ocasiones no sé lo que quiero, ya me he dado varios estrellones, pero tan solo unos minutos al lado de una persona en especial, y se me reinicia la vida.
Qué más les puedo decir -Dijo- Es una niña pelo castaño, de su casa, algo gordita y con unos sentimientos y personalidad increíbles, pero han pasado tanta cosas, que me impiden podre estar con ella.
El hecho de no tratar muy seguido, es uno, el evitarme ser detallista por miedo a perder mi tiempo, es otro, y por más que sea, sí me gustaría volverlo a intentar cómo en tiempos pasados, y ver qué sucede luego, sí termina en un amor de novela, o en la novela muere el personaje principal.
Admito qué ya hace años la conozco, solo vive a una calle de mi casa, su familia me ama, sus amigos me quieren, pero en cambio ella, no sé lo que piensa cuando me ve, un simple amigo, “cómo eso me trata” aún yo queriendo dar mucho más, de lo que he podido regalar.
Alto y blanco, ese soy yo, y siempre que la veo, puedo sentir cómo mi corazón late a muchas pulsaciones cada minuto, cada segundo, a cada instante cuando estoy a su lado. Creo que le regalaré una flor, su girasol es el que más ama y en acercanía veré su cara.
Yo aquí recordando todos los momentos bonitos a donde he ido con ella, a la playa, a la piscina, al rio, he salido a comer con ella, pero, sus ojos son ciegos, y no ve qué hago todo esto por un simple hecho, y es que me atrae innotizadamente perdido en su mirara, aún queda tiempo para mucho, pero a medida de que pasan los minutos, uno conoce a más persona, y solo una es con la que siempre he querido estar.
Soy un joven poeta, escribiendo cartas de amor a un romance que jamás le ha prestado mucha atención, y en el medio de sonrisas entre ambos, mi felicidad llega, queriendo sostenerle de su mano, acariciarle su cara y poco a poco llevar mis labios a los suyos, para así poder darle un beso eterno, un beso que dure toda la vida. Cosas que solo en mi cabeza pasaran.
