Juego de adolescentes.

La coherencia de las palabras es algo complicado, y el amor es algo totalmente confuso, el más mínimo destello o el más simple detalle, lo confundimos con amor, una sonrisa vale más que un detalle pero un beso es algo incomparable.

Frases como estas son las que abundan por mi mente, día, noche o tarde siempre estás ahí en mi mente, intento borrarte con pensamientos negativos, pero es difícil sabiendo lo cuanto que quise desearte, y ahora que te tuve ya nunca te tendré, no entiendo que fue lo que hice mal, si siempre te amé, te traté como la persona más especial del planeta tierra, y ahora nos encontramos tú allá y yo acá, bajo la luz de la luna, pensando en todos los buenos momentos que pasamos juntos.

A pesar de nuestros asuntos me dices que la amistad porfa sea la misma, pero creo que eso es totalmente imposible, no puedo olvidar tus dulces manos acariciando mi cara de lado a lado, o esos besos tan dulces y delicados que nos dábamos, y por lo tanto siempre que hablemos como una amistad, recuerdos como estos son los que me harán salir de quicio, los que me harán recordarte y perder el control cuanto tangas a alguien más a tu lado.

Sabíamos que lo nuestro era un amor prohibido, un amor de telenovela, y aún así quise concretarlo y darlo todo por él, mi abuelo decía. “Dejala ir, y si vuelve es porque enserio te ama” pero que crees? Nunca volviste, nunca más te preocupaste por mí, ni un mensaje ni una llamada para saber si seguía con vida, y mientras mi mundo se desmoronaba, tú estabas del otro lado de lo más feliz.

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Ya no sé ni que pensar, me ahogo en el mar de la depresión mientras escucho música en mi cama, dicen que los hombres no lloran, pero es inevitable no caer tan bajo ante esta incesante sensación, en mi almohada ya se formó un sharco de lágrimas, lágrimas que brotaban desde lo profundo de mi corazón.

Hoy en día estoy considerando emplear mi carrera como escritor, me he dado cuenta que tengo los sentimientos, las palabras y los conocimientos para empezar a crear mi propio libro, ya me han lastimado y desepsionado tantas veces que la única manera de decir lo que siento es a través de la escritura en la tinta de un lápiz.

En alejandria te sigo extrañando cada vez más y más, son circunstancias de la vida, sabemos que sigue, pero las etapas por las que en ocasiones pasamos son un poco complicadas a veces, sin embargo la vida sigue, y no somos la última gota del desierto.

Mi madre me dice, ¿Oye hijo y que pasó con esa muchacha a la cual eras tan apegado? Y yo con dolor y tristeza le digo que el pasado fue pasado, que ambos nos dimos cuenta que no éramos para el otro, pero me doy cuenta que estoy en lo equivocado.