Mi visión de ver las cosas es diferente, vivo en un mundo donde creo que todas las personas son buenas, y tal vez de ahí surgen los errores, la malicia es una de las cosas que me hace falta, a veces pienso que ser malo y egoísta con todos es la clave para sobrevivir, después de todo, cuando uno trata de dar su lado más tierno y bonito, lo terminan haciendo pedazos, lo terminan aplastando, y de ahí surgen algunos sentimientos como la depresión.
Crueles son aquellos que humillan a los demás por tratar de quedar bien, sin saber que se hacen un daño ellos mismo, me repugna una persona con esas intenciones, de esas que solamente hablan y hablan pero ninguna de esas cosas son ciertas, de esas que solo le traen terror a los demás.
Días atrás mientras me encontraba en un partido de futbol, metieron al más gordito y con menos experiencia en el equipo, y era tan obeso que le costaba caminar. Todos se rieron de él, se burlaron y lo humillaron, pero esas son las personas que creo que son las mejores, aquellas que a pesar de todo lo entregan todo en la cancha, esas que entregan todo el sudor de sus frente, aquellas que intentan cambiar sus vidas.
Y mientras los demás se reían de él, yo me encontraba animándolo, dándole fuerza para seguir jugando e ignorar a los demás, porque yo sé lo que se siente no ser nada, lo que se siente que seas el payaso de todos, sé lo que se siente ser la burla de todos. Al final del juego vi que su familia lo felicitó, y puedo decir que yo creo en él, estoy seguro que si el sigue dando el sudor de su frente, dentro de poco va a pasar a ser alguien, va a pasar a ser alguien que ya no de motivos para burlarse.
En ocasiones esas burlas, esos malos comentarios que decimos, pueden lastimar seriamente a las personas, e incluso puede hacer que los lleven a tomar malas decisiones, por ello debemos darles todo nuestro apoyo al que lo amerita, al que realmente lo necesita, e incluso decirles, ¡¡vamos yo te ayudo, ambos llegaremos lejos!!
