Volviendo al pasado.

Hoy vi una estrella fugaz mientras miraba el cielo, y pasó tan rápido, pero aun así le pedí un deseo, esa visión que desde pequeño tengo, caminar de tu mano y estar para ti en todo momento, algo de lo que ya no sé si pasara o seguiremos con vidas separadas.

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Aun no te he olvidado y eso lo admito, no sé cuál es el enredo que en mi cabeza tienes, que mi corazón dice que no siente nada por ti, pero tan solo estando unos cuantos minutos de pronto algo dentro de mí cambia, y te miro con otros ojos.

Desde pequeño siempre he estado pendiente de ti, incluso no he querido buscar a nadie por esperarte, pero me has dejado ciertos puntos claros, me dices que no quieres nada todavía, pero en tu mirada noto algo diferente, algo que me dice ignora lo que sale de mi boca.

Y con todo esto sigo teniendo miedo, y tal vez te preguntarás a qué? ¡Pero sí!_ tengo miedo, miedo a hacer las cosas mal, a que no sean cómo yo las imaginé, pero sobre todo el miedo a perder esta amistad.

Tal vez no te des cuenta, pero cuando me hablas de otros hombres, o incluso al verte con ellos, sin saber por qué, los celos llegan de repente, y me dan ganas de querer decirte cientos de cosas bonitas en frente de ellos, pero no lograría nada con eso, y me calmo al pensarlo mejor.

He aprendido de los libros que si alguien en realidad te quiere, te lo demuestra, pero en cambio, tu demuestras todo lo contrario, y aunque me veas cómo una amistad de tanto años, ese niño detallista que te regalaba cartas escritas a mano sigue estando ahí, solo es cuestión de tiempo para que vuelva a despertar.

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Por eso al mirar la estrella, le desee que me aclarara esto que en mi corazón siento, porque aunque esté a una palabra de dar el siguiente paso, me acobardo, y de nuevo me sumerjo en un mar de confusiones y pensamientos sin sentido.

Te aseguro que sí lo he intentado, aun así no sé siquiera has visto los pequeños detalles que te he dejado en la ventana, me has hablado de algunos, y piensas que el que te lo dio fue otra persona, y mientras que me aguanto cómo hablas bonito de él, yo me tengo que tragar el decirte que yo fui esa persona, y todo por no saber cuál será tu reacción.

Lo sé, quizás no te llevo flores muy seguido, o incluso no te he regalado un chocolate en mucho tiempo, pero solo es porque no me quiero ilusionar, aun así, siempre que te invito a salir termina pasando algo.

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No sé si será un mensaje del destino que nos quiere decir que no es el momento, o que ese momento nunca va a llegar, pero somos muy jóvenes todavía, y mientras que no me demuestres con exactitud lo que tu corazón esconde, creo que lo mejor es cerrar la boca.

No me preocupo porque la verdad no creo que sigas estando ahí para ese entonces, la vida es muy corta, y nos ofrece tantas oportunidades que no las podemos dejar pasar.