MYSTERY STORIES CONTEST / CONCURSO CUENTOS DE MISTERIO / LA ZONA.

Gracias a @belenguerra y a @fendit por la motivación al crear este espacio y a @steemit por hacerlo posible.

LA ZONA

Eran las 9:00 de la mañana y la oscuridad llegó antes de lo debido.

En el pueblo las cenizas ocuparon vigas, techos, paredes y umbrales del ánimo. Todos fueron desalojados, otros murieron a causa del incendio que se produjo debajo de la tierra por el carbón que ardía a causa de un niño.

Solo quedaban un puñado de casas huérfanas en la lejanía y un bosque siniestro nublado de gases tóxicos que salían por las grietas de la tierra.

La iglesia se mantenía de pie encima de una roca solida con una estructura bastante atípica. Por dentro se podían encontrar escaleras que no conducían a ninguna parte, puertas pequeñas y puertas grandes que al ser abiertas llevaban a otros muros o al vacío.

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El padre Theodor acostumbraba un domingo de cada mes a oficiar una misa por las almas de los difuntos y condenar para siempre la maldición del pueblo.

Por un tiempo, las compañías mineras se discutieron la expropiación de casas y terrenos para levantar una industria de carbón, pero algo amenazaba el lugar hundiendo más el terreno, formando cavidades con una fuerza sobrenatural donde ruidos y extrañas apariciones se extendía bloqueando cualquier intento de prosperidad.

Un día, un par de investigadores llegaron hasta la iglesia, y para averiguar lo que pasaba en el pueblo interrogaron al padre Theodor.

• Theodore.- Como les decía, el pueblo lleva veinte años ardiendo y la iglesia se ha mantenido de pie entre los árboles negros.

• Agente Molly.- ¿Cuánto tiempo tiene aquí?

• Theodore.- Desde que murió el párroco anterior.

• Agente Smith.- ¿Cómo murió?

• Theodore.- Lo asesinaron.

• Agente Smith.- ¿Fue por dinero?

• Theodore.- No estoy seguro.

• Agente Smith.- ¡Vamos, el pueblo tiene reservas de carbón por eso arde!

• Theodore.- Arde porque está maldito. Son trozos de carne caliente casi viva. Piltrafas sanguinolentas en busca de un culpable para castigarlo.

Por un largo rato un silencio desencajó los rostros de los visitantes. El aire cambió de temperatura bruscamente lanzando zumbidos que partían la tierra seca en pequeñas grietas.

• Theodore.- Hace años- continúo explicando- un niño fue abandonado por su madre en el reformatorio, tenía dentro de sí un animal, y cuando intentó escapar la tierra se abrió bajo sus pies y cayó por un hoyo. El pueblo empezó arder por debajo, las calles se levantaron, el incendio se hizo más grande…

• Agente Molly.- Con razón se puede sentir un escalofrío.

• Agente Smith.- ¡Tonterías!

• Theodore.- Tiene que aprender a ver más allá de lo que parece lógico, agente.

• Agente Smith.- ¿Existen pruebas? ¿Algún testigo?

• Theodore.- Es una aparición, una amenaza silenciosa. Disculpen, pero debemos irnos antes que anochezca.

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De pronto una nube gris empezó a surgir a unos cuantos metros de ellos tomando la forma de una silueta espectral.

• Agente Molly.- ¿Qué es eso?- Dijo el agente asustado-

• Theodor.- ¡Rápido, entremos!

El sol se volvió negro y la noche los alcanzó dentro de la iglesia.

El padre se ocultó detrás de los santos como protección divina mientras los investigadores escapaban confundidos por una escalera que los condujo a un túnel que caminaron hasta tocar el futuro.

El día despertaba un domingo del mes, intacto, pétreo, chamuscado sin la misa de costumbre el padre ocupaba su atención en una misteriosa grasa que salía debajo de la roca solidad que sostenía la iglesia.

• Theodor.- La maldición se ha cumplido. La inocencia no crece bajo tierra -Concluyó diciendo-

La extracción de carbón empezaba sin misterios.

FIN