No son las circunstancias, es tu pensar el que hace la diferencia.

Cada persona es libre de escoger lo que quiere en su vida, somos seres humanos libres para tomar nuestras decisiones en nuestra vida. La vida sigue su curso y hay muchas situaciones en la que no tenemos control, por ejemplo: los accidentes, la muerte, enfermedades hereditarias, problemas y el comportamientos de otras personas, pero tenemos el control de lo más importante en nuestra vida, que es el manejo de nuestras emociones, pensamientos y acciones.

La vida tiene muchas eventualidades como para pasar la vida pendiente y preocupándose, quejándose y lamentándose por las situaciones externas, de las cuales, tenemos poco control y poder de escoger e influir en ellos.

Fuente.
Pasar la vida mirando los obstáculos y pensando que la vida es dura, pensando que no tenemos elección de escoger lo que nos pasa y observando a esas personas que, hacen cosas increíbles, cumplen sus metas y nunca se rinden a pesar de las circunstancias que se les presente, eso nos vuelve hostiles y con una gran frustración con nosotros mismos porque no tenemos la suerte de ellos.

La vida no es cuestión de suerte, la vida es justa y te da lo que das, si te pasan circunstancias que piensas que no mereces, pues demuéstralo y deja de quejarte y victimizarte, ya que eso produce que el cerebro no produzca la cantidad de ideas para poder funcionar y lograr sacarte de la situación que te encuentras.

Hay personas que no tienen muchas opciones en sus vidas y sin embargo logran cumplir sus sueños, porque nunca se rinden y porque están convencidos que el rumbo que tome su vida depende solamente de ellos y en vez de esperar toman las decisiones que los acercan a sus metas y objetivos.

Trabajan más duro y diferente que el resto, no pienses que no tienes control sobre lo que pasa en tú vida, piensa y pregúntate qué es lo que quieres en tu vida y no descanses hasta encontrarlo, demuestra que eres producto de tus decisiones, esfuerzo, dedicación y no del destino, suerte o la vida.

Fuente.
Lo único que necesitas para llegar a donde quieres es tomar las decisiones que te llevarán tarde o temprano a dónde quieres llegar. No te enfoques en los problemas que representa cumplir tus sueños, enfócate en las soluciones y maneras de hacerlo tomando en cuenta los recursos que tienes.